En el mundo de la nutrición, el apio es considerado una planta con propiedades únicas que la convierten en una de las verduras más apreciadas para la salud general. Esta verdura pertenece a la familia de las Apiáceas o umbelíferas, emparentada con el eneldo y el perejil. Su perfil nutricional es diverso, con propiedades que van desde sedantes y digestivas hasta antioxidantes y diuréticas, lo que le permite beneficiar a diferentes sistemas del organismo.
Recientes estudios realizados por la publicación especializada Tua Saude han potenciado su potencial como antioxidante ya que contiene flavonoides y otros compuestos que ayudan a neutralizar los radicales libres y reducir el daño celular. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU., estos antioxidantes, junto con las vitaminas A, B, C y K y minerales esenciales como el potasio y el calcio, son esenciales para la salud de la piel, protegen las enfermedades del hígado y fortalecen el sistema inmunológico.
El apio destaca por sus múltiples beneficios para la salud, siendo su efecto depurativo uno de los más reconocidos. Rica en agua y con propiedades diuréticas, esta verdura contribuye a la eliminación de toxinas a través de la orina, favoreciendo así la función renal y depurando el organismo.
Su potasio y fibra también ayudan a controlar la sangre. presión arterial y colesterol, mejorando la salud cardiovascular. Según estudios realizados en el Hospital Clínica Báblicade San José de Costa Rica, la capacidad del apio para dilatar los vasos renales ayuda a eliminar líquidos y desechos, lo que puede beneficiar a las personas con hipertensión
Además, comer apio puede beneficiar el sistema digestivo. sistema, ya que estimula la producción de saliva y jugo gástrico, facilitando así el proceso digestivo. Alto contenido en fibra insoluble, al consumirse cruda se debe masticar bien, creando sensación de saciedad sin aumentar significativamente el aporte calórico, lo que puede ser útil en un plan de control de peso.
Para quienes quieran mejorar su salud de la piel. El apio también aporta compuestos que se activan con la exposición a los rayos UV, aumentando la producción de melanocitos y protegiendo contra el envejecimiento prematuro. Sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes lo convierten en una opción natural para ayudar a reducir la inflamación, especialmente en las articulaciones.
A pesar de sus múltiples beneficios, no se recomienda consumirlo para todos. Según los expertos, las personas con problemas renales agudos deben evitar tomar este medicamento porque su efecto diurético puede ejercer una presión excesiva sobre el sistema urinario.
Además, algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas, como irritación de los riñones. . paladar, lengua o labios, e incluso síntomas respiratorios como conjuntivitis nasal.
Es un alimento bajo en calorías y rico en agua (95,4 g por 100 g de apio crudo), lo que lo convierte en un alimento ideal elección para una dieta baja en calorías. En cuanto a nutrición, contiene unas 14 calorías por cada 100 gramos y es una fuente moderada de fibra (1,6 g), que ayuda a mejorar la digestión.
También aporta vitaminas esenciales como vitaminas, importantes para la salud ocular. ; Complejo de vitamina B para el metabolismo; y vitamina K, que desempeña un papel en la coagulación de la sangre. Entre los minerales destaca por su contenido en potasio (260 mg), calcio (40 mg) y magnesio (11 mg), todos ellos esenciales para el funcionamiento celular y muscular.
Estos nutrientes, aunque no están presentes en grandes cantidades en comparación con otras verduras, hacen del apio un complemento perfecto para una dieta equilibrada, aportando agua y nutrientes sin añadir muchas calorías. El consumo regular, combinado con una dieta saludable y ejercicio, puede ayudar a mantener la salud general.
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