Si los haitianos pudieran entrar al territorio a través de la frontera sin ser detectados, es seguro que los agentes de policía investigados transportarían, como sucedió, municiones y posiblemente Dios sabe, incluso armas. Las pandillas han sembrado la inseguridad y el terror en el país vecino.
La laxitud de la frontera quedó confirmada con la detención de 83 haitianos indocumentados que, según el Ejército y la Dirección General de Migración, se encuentran alojados en un hotel manipulado en Las Matas de Santa Cruz, en Montecristi.
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Además, según el colega de El Día, Las autoridades han sido advertidas de que las municiones utilizadas por los pandilleros haitianos se encuentran en contenedores sellados de la Policía Nacional.
Aunque la ministra Faride Raful ha asegurado una investigación seria sobre el presunto robo de municiones de los depósitos de la Policía para su venta a particulares, debemos estar seguros de que nada quedará sin respuesta en la investigación.