Un incremento que supera el 296% en los casos de malaria registra este año el país en comparación con el año pasado, siendo las provincias Azua y San Juan donde la población está más expuesta a contraer la enfermedad, debido a las migraciones irregulares para labores agrícolas.
Hasta la fecha el país reporta un total de 876 casos confirmados de malaria, de los cuales 36 se registraron en las últimas tres semanas, mientras el año pasado a la fecha se habían confirmado 224 casos.
No se notifican en el país hasta el momento muertes por esta enfermedad, que se transmite por la picadura del mosquito Anopheles y se manifiesta inicialmente con fiebre, escalofríos, sudoración y dolor de cabeza
El tema fue puesto en relieve ayer por el Ministerio de Salud Pública en el boletín epidemiológico correspondiente a la semana número 42, donde se destaca que en el país el riesgo de transmisión de malaria es bajo, pero persisten desafíos significativos, especialmente debido a las migraciones irregulares de población haitiana que buscan trabajo en la agricultura.
“Esto aumenta el riesgo de importación de parásitos, particularmente en las provincias de Azua y San Juan, donde los trabajadores agrícolas y quienes residen cerca de estas áreas, están más expuestos a la enfermedad”, destaca Salud Pública al escoger la malaria como tema de interés especial en esta edición.
Destaca que la implementación de la Iniciativa Regional para la Eliminación de la Malaria (IREM) ha mejorado la cobertura y calidad de los servicios de salud, así como la vigilancia epidemiológica, resultando en una reducción de casos a escala nacional.
Sin embargo, Salud Pública agrega que uno de los principales retos es asegurar que tanto la población migrante como la dominicana en estas zonas, tengan acceso a diagnóstico y tratamiento, y estén informados sobre la malaria y sus medidas de prevención.
Acciones
Destaca que para abordar esos desafíos, el Ministerio de Salud, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ha fortalecido las capacidades locales en la gestión de focos de malaria.