16 de noviembre de 2024 El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, y el presidente chino, Xi Jinping. El presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, se comprometieron este sábado, al margen del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Lima (Perú), a desarrollar la comunicación bilateral para intentar reducir las tensiones entre ambos países. de los dos países, desde la controvertida liberación de agua tratada de la central nuclear japonesa de Fukushima hasta el histórico conflicto por las islas Senkaku/Diaoyu. ASIA POLÍTICA ASIA CHINA JAPÓN OFICINA INTERNACIONAL DEL PRIMER MINISTRO JAPONÉS
LIMA, 16 nov.- El presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, se comprometieron este sábado con motivo del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) Foro en Lima (Perú) para desarrollar la comunicación bilateral para reducir las tensiones entre ambos países, desde los vertidos de agua que ha manejado la polémica de la central nuclear japonesa de Fukushima hasta la histórica disputa sobre las islas Senkaku/Diaoyu.
«Simplemente mantuve», dijo el primer ministro japonés en un mensaje en la cuenta oficial de redes sociales del gobierno japonés para mejorar la comunicación, incluso en las cumbres, para aliviar nuestros problemas y relaciones. así como mejorar la cooperación y coordinación entre nuestros dos países», añadió el mensaje del primer ministro japonés tras su primer encuentro con el presidente chino. Hay que recordar que Ishiba ha sido jefe del gobierno japonés desde el 1 de octubre.
Xi se tomó un momento para felicitar a Ishiba por su nombramiento antes de aceptar que los dos países se encontraban en una «situación peligrosa». «. «para mejorar las relaciones y establecer una relación «constructiva y estable».
Durante la reunión, el Primer Ministro japonés pidió al Presidente chino que acelerara el levantamiento de tantas restricciones como fuera posible a las importaciones de pescado japonés de su país. y productos del mar, decidido en respuesta al derrame de petróleo de Fukushima, que según Beijing supone una amenaza para sus aguas, el país desoyó las garantías de Tokio, a cambio de establecer un nuevo programa para supervisar el proceso, que incluiría la participación de expertos chinos.