Así como un paciente, por mucho oxígeno que le den, comienza a dar signos de estar próximo a la muerte, escapando repentinamente de la vida, esto también sucede en la Cumbre Iberoamérica XXIX, celebrada en Cuenca, Ecuador. , en el que se impidió participar a la diplomacia y la política latinoamericana, manchando una actividad que habría reunido a representantes de unos 22 países que comparten las lenguas española y portuguesa.
Según el diario digital El Correo.do : «Esta conferencia sólo reúne a nivel del jefe de Estado, el anfitrión Daniel Noboa, el rey Felipe VI de España y presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y de Andorra, Xavier Espot Zamora», da testimonio del estrepitoso fracaso de El Pacto Oscuro.
Y esto no es de extrañar, porque el país del destacado cantante Julio Jaramillo fue escenario de un hecho extraordinario en el mundo de la diplomacia: el ataque militar a la embajada de México, hecho que violó la Convención de Viena y todos los principios diplomáticos modernos.
Quizás algo sugestivo Lo que marcó el fracaso de la XXIX Cumbre Iberoamericana fue que el presidente Luis Abinader se abstuvo de asistir a la decepcionante cita andina, representado por el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, una figura destacada de Grey, que mantiene un matrimonio con el antidemocrático gobierno de Ecuador desde hace varios años. .
En la mencionada operación, de la que destaca la ausencia de una mayoría de líderes latinoamericanos, Presidentes Habló el ecuatoriano Daniel Noboa, este mismo líder, que imitó a Hitler, justificó y apoyó de todo corazón la invasión del vecino general azteca. Ni el ejército argentino ni Pinochet en Chile -durante el peor período de la Guerra Fría- cometieron crímenes tan atroces como el incidente ocurrido en la ciudad natal del famoso pintor Guayasamín.
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