Madrid.- La Policía española, con la portuguesa y la EUROPOL, ha desarticulado una organización criminal que pretendía introducir toneladas de cocaína en Europa desde Colombia, Perú o República Dominicana por vía aérea y marítima, y ha arrestado a 25 personas.
Las primeras investigaciones comenzaron en junio de 2023 conjuntamente entre la Policía española y la Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA, siglas en inglés), informó este martes la Policía española.
Estuvieron centradas en las actividades de un ciudadano colombiano residente en Madrid que, presuntamente, lideraba una importante organización criminal dedicada a la importación de grandes cantidades de cocaína.
La banda fletaba aviones privados y sus miembros contaban con numerosos contactos para el envío y la recepción de los cargamentos de cocaína.
Además, recurrió como fuente de financiación a empresarios de origen chino (‘hawalers’), que contaban con capacidad económica y una estructura que operaba a nivel mundial para realizar compensaciones de créditos al margen del sistema financiero legal.
Como resultado de la investigación, que duró 15 meses, fueron intervenidos 460 kilos de cocaína, un arma corta, más de 500,000 euros en efectivo (483 millones de dólares), 18 vehículos y 45 teléfonos móviles, la mayor parte de ellos encriptados.
También fueron intervenidos ocho inmuebles valorados en más de 1.650.000 euros (1.732.000 dólares) y 80 cuentas bancarias con un saldo de 660,000 euros (693.000 dólares).
Los agentes realizaron 14 registros domiciliarios y arrestaron a 19 personas en varios lugares de España, y otras seis fueron capturadas en Portugal.
Con el avance de la investigación, la Policía acreditó que se trataba de una banda altamente especializada en la introducción de alijos de cocaína en Europa, cuyos miembros contaban con numerosos contactos para la salida de la droga desde Sudamérica y su recepción en ciudades europeas.
Para transportar la droga utilizaban aviones privados y todos los miembros del entramado habían hecho del tráfico internacional de cocaína su único medio de vida.
La organización tenía acceso a varios aeropuertos europeos como punto de entrada, uno de ellos en Beja (Portugal), donde fue descubierta una trama de funcionarios corruptos dirigidos por un ciudadano portugués.
El primero de los aviones voló de Barranquilla (Colombia) a Beja con varios miembros de la organización así como pilotos contratados.