Desde que aparecieron los primeros programas de televisión en las pantallas en la década de 1920, la televisión ha sido un espejo de la humanidad. Conocida como un medio para registrar acontecimientos importantes del siglo XX, la televisión no sólo nos ayuda a entretenernos sino también a educarnos y conectarnos socialmente.
Tanto es así que las Naciones Unidas Las Naciones Unidas (ONU) le dieron su propia día mundial, destacando su impacto cultural y comunicativo.
En República Dominicana la televisión ha sido testigo y protagonista de momentos históricos, desde los discursos del presidente sistema a programas que han sido marcados por generaciones. Sin embargo, en una época dominada por los dispositivos móviles, las redes sociales y plataformas como YouTube y Netflix, el desafío es claro: ¿cómo puede la televisión seguir siendo relevante para la vida del pueblo dominicano?
Respuesta Está creciendo. El país realizó este miércoles la transición de la televisión analógica a la Televisión Digital Terrestre (TDT), con el objetivo de llenar los vacíos y garantizar que las personas, especialmente las más vulnerables, puedan disfrutar de una televisión de calidad.
Con el inicio de TTD, los hogares que aún dependen de antenas para ver televisión empezarán a utilizar los decodificadores para tener buena calidad de imagen y sonido más.
El Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (Indotel) lideró esta iniciativa, distribuyendo 940 mil cajas a familias vulnerables para asegurarles acceso a la nueva señal. Además, se espera completar este proceso, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en todo el territorio nacional para el año 2025, con una inversión de 20 millones de dólares.
Es digital
Aunque las plataformas digitales han cambiado la forma en que consumimos contenidos, la televisión sigue ocupando un lugar relevante, sobre todo en las zonas rurales. En estos hogares, es más que un simple dispositivo: es una ventana al mundo.