Madrid, 27 noviembre (EFE).- Real Academia de Ciencias El Real Instituto Español de Física, Física y Naturaleza (RAC) ha pedido una «pausa preventiva» en la minería de los fondos marinos y recomendó el inicio de un proceso de investigación para aumentar el conocimiento de estos sistemas. esto.
La organización, a través de su informe “Retos y oportunidades para la “ciencia española en una sociedad globalizada” advierte que no se debe practicar en la actualidad el proceso de minería submarina sin antes estudiar y comprender sus implicaciones ambientales para estos. ecosistemas.
En España existen varias minas de tierras raras, telurio marino y cobalto, materiales preciados en el mercado internacional de fabricación y desarrollo de equipos
Sin embargo, el fondo marino donde se encuentran estos minerales es muy frágil y se encuentra en un estado de equilibrio crítico, por lo que la extracción y liberación de sedimentos en estas áreas podría tener impactos devastadores. sobre los biomas marinos a nivel nacional y global.
Para evitar esto, el RAC requiere tener un sistema eficaz «Necesitamos ser conscientes de estos impactos y fomentar tecnologías que los minimicen. Es necesario trabajar hasta alcanzar estándares científicos que garanticen la conservación ambiental de los ecosistemas abisales.» informa la Real Academia Española de Ciencias Naturales, Físicas y Exactas.
RAC expresó su descontento con el estado actual de la financiación para la investigación científica.
Según esta organización, las ayudas económicas están destinadas a financiar proyectos de investigación públicos y privados deberían incrementarse, y son necesarios necesarios para reducir las cargas burocráticas, ya que «obstaculizan la solicitud, implementación y evaluación de proyectos científicos».
De manera complementaria, el RAC habla de la importancia de iniciar procesos internacionales para “superar las desafíos que plantea la ciencia”, incluido su uso efectivo.
Según datos del RAC, sólo en enero, En 2023, un total de 590 millones de personas se han registrado en ChatGPT, lo que implica un consumo de electricidad equivalente al consumo anual de 175 000 personas.
Además, la huella de carbono de AI sub depende directamente de su efectividad y ubicación, lo que dificulta establecer un control y estimar el consumo de los países para construir un marco legal general.
Actualmente estamos trabajando en el desarrollo de frameworks y algoritmos que permitan la gestión dinámica de los servidores, así como el ajuste del sistema de refrigeración y la mejora de la asignación de recursos.
«La realidad es que la IA tiene un impacto enorme en el consumo de energía y agua. Existen muchas fórmulas para mitigar el problema, como los llamados “algoritmos verdes”. La otra opción es reducir la memoria y complejidad computacional, al tiempo que aumenta la calidad de los datos a procesar”, explica el vicepresidente del Rac, Esteban Domingo.
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