Los líderes dominicanos nunca deben negarse a responder a los llamados al diálogo emitidos por sus colegas haitianos. Lo que pasó en el pasado no importa. Haití y República Dominicana son dos países que comparten una isla y, como se ha dicho muchas veces, tienen la obligación de entenderse aunque mantengan sus diferencias y aunque algunos historiadores y ciudadanos de ambos lados sigan reflexionando sobre una asunto. el pasado los ata, los congela y nubla su pensamiento para mirar al futuro con esperanza. Porque, ¿cómo pueden existir estos dos países separados uno del otro?
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El nuevo primer ministro de Haití, el empresario Alix Didier Fils-Aimé, ha propuesto un diálogo “fraternal” entre Haití y República Dominicana, propuesta que hizo en el marco de la ceremonia de juramentación del nuevo presidente haitiano y ministro de ese país. asuntos exteriores. Ningún otro escenario es más adecuado para tal enfoque. Expresó
su intención de cambiar la relación que los dos países deben mantener.
Es cierto que la posibilidad de diálogo parece verse obstaculizada por las características estructurales de los dos países. y por las circunstancias actuales que marcan la vida en Haití desde hace muchos años, exacerbadas tras el asesinato del presidente Moise y tras la presencia de bandas que prácticamente controlan Puerto Príncipe. Pero se deben hacer esfuerzos esenciales para que el diálogo pueda continuar y cada país exprese claramente sus opiniones y aspiraciones. Es por esto que la reunión celebrada el miércoles, en Puerto Príncipe, entre nuestro Embajador Faruk Miguel Castillo y el Ministro de Relaciones Exteriores de Haití, Jean Víctor Harvel Jean-Baptiste, nos parece un paso muy positivo.
La República Dominicana y Haití tienen muchos intereses comunes, pero también son interdependientes.
Ambos nos necesitamos mutuamente y ambos tenemos que hacerlo. cediendo a sus aspiraciones y metas a nuestras necesidades. Así que hablemos, dialogemos, escuchémonos y caminemos juntos por el camino que aún nos queda por recorrer.