— Cuando Orlando Moreno, un cubano de 75 años, regresó a la ciudad y descubrió que el huracán Rafael había dejado atrás los cimientos de su casa. , tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital. Su presión arterial se disparó.
Esta casa de pescadores, o lo que queda de ella, está a pocos pasos del mar y está ubicada en Playa Guanímar, en la costa oeste de la occidental provincia de Artemisa. , cerca de donde Rafael, nivel 3 (sobre 5) en la escala Saffir-Simpson, aterrizó en Cuba el 6 de noviembre.
Se alojó en más de una habitación en el pequeño lugar Moreno Creó espontáneamente una cama de madera y cartón. Dos vecinos, ambos septuagenarios como él, lo ayudaron a buscar objetos valiosos entre los trozos de madera en el suelo: una tetera de aceite y una botella de ron, uno de ellos bebió para darle la mala noticia. Moreno lloró desconsoladamente, no sólo por lo que había perdido, sino porque, dos semanas después de la tormenta, cuando habló con EFE, se sentía abandonado e impotente. Se aseguró de que ningún funcionario o autoridad llegara a lo que alguna vez fue su casa.
Unas cuadras más abajo de donde se encuentra Moreno, Marisol Valle, de 62 años, se reunió con amigos frente a su casa de verano. Tuvo suerte, pero no era ajena a la valentía del pueblo.
«(No hubo) ningún interés por parte del gobierno, ninguno. Ellos (una delegación) llegaron ayer. Pero no interrogaron a nadie ni le preguntaron nada a nadie. Vinieron, se fotografiaron y se fueron de allí (…) Así nos sentimos todos: olvidados», se quejó a EFE.
Su mensaje difiere del oficial, asegurando que el Gobierno está centrado en reconstrucción En medios y redes estatales y oficiales se ve reiteradamente a varios miembros del gobierno cubano, incluido el presidente Miguel Díaz-Canel, visitando localidades afectadas por Rafael y hablar con los grupos de víctimas.
Cuba ya se encontraba en una grave crisis económica antes de esta tormenta. La limitada capacidad de respuesta del Estado mostró una situación de precariedad creciente en la que ha caído la isla en muchas zonas. . Todos los vecinos de Playa Guanímar han sido evacuados y trasladados al refugio de Alquízar (aproximadamente media hora en coche). La mayoría no regresó hasta casi dos semanas después. Según la Asociación Estatal de Electricidad, la electricidad aún no ha regresado y el agua sólo está disponible mediante camión cisterna.
Hoy es alrededor del día 15, la provincia de Artemisa, el lugar más afectado por el tornado, aún carece electricidad (UNE). Las zonas más difíciles son las zonas rurales.
El Sistema Eléctrico Nacional (SEN), ya en estado precario, se vio especialmente afectado por el tornado. Rafael derribó postes y postes de alta tensión, rompió cables y transformadores, pero también provocó un nuevo apagón nacional, el segundo en un mes, que tardó días en solucionarse.
Antonio González, 57 años, lo comprende y no se queja de la falta de servicio. Me aseguró que era normal, incluso sin tormenta. Pero lo que realmente le molesta es la falta de alimentos, incluso en la bodega (tienda estatal que vende productos subsidiados).
«Aquí, al menos sobre todo leche para los niños, no traemos. Ni siquiera pan .. aquí nos traen agua, y lamentablemente (…) Es terrible», dijo enojado a Efe. «Acá no vino nadie. Si vinieron no los vi», agregó.
En el camino a Alquízar para visitar a sus dos hijos pequeños que vivían con su madre, la mujer gritó que estaba «harta», y no quiso ser identificada, diciendo que también había descontento con las formas
«Nos evacuaron a tiempo: bueno, muy bien. . Pero luego nos arrojaron a todos aquí y están haciendo todo lo que pueden. ¿Pero qué es? No llevo a mis hijos a la escuela. Mirando el camino, todavía está lleno de agua, no podemos cruzarlo. Por eso quieren que la gente siga teniendo una vida normal. «Esto no tiene nada de normal», afirmó.
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