Esperanza, Valverde.- A sus cien años, viviendo cómodamente y teniendo muchas necesidades que cubrir, doña Mundita no es de esas personas que viven solas. Se queja todo el tiempo de los problemas que le depara la vida. Dice vivir feliz con su familia, a pesar de las limitaciones económicas y el abandono social con el que la abandonaron las autoridades.
Raymunda Minier, nombre de Doña Mundita, como la llaman sus amigos y familiares. Nació el 7 de febrero de 1924 en Loma de Jicomé Abajo, una comunidad del municipio de Esperanza, en Valverde.
Explicó que sobrevivió cuidando a su familia, porque ella no recibe ningún beneficio social del gobierno, excepto el seguro subsidiado del SeNasa.
Debido a su avanzada edad, Doña Mundita necesita apoyo del Estado de Dominica, a través del Consejo Nacional sobre el Envejecimiento (Conape), una organización que se esperaba que provocara un levantamiento en lugares tan lejanos como la comunidad de Damajagua, donde otros tenían la misma necesidad.
Doña Mundita tuvo diez hijos con su esposo Juan (fallecido) y vivía con una de sus hijas. Tu único problema de salud es tu presión arterial. No es diabética y eso le permite “comer de todo” a su alcance; Dice que nunca le falta el café en las mañanas.
«Yo como dos huevos en el desayuno, salami o queso con la comida (mangú), a veces es chocolate con pan, todos los días y si no es así Doña Mundita dice: “Comen otra cosa” y pone el ejemplo de las cachirulas, nombre que reciben los plataneros verdes.
Recuerda la mesa. la mano dura del dictador Trujillo
Con su Centenario, Doña Mundita aún recuerda la mano dura del dictador Rafael Leónidas Trujillo y la generosidad del gobierno del presidente Joaquín Balaguer “Quien sin cédula en la época de Trujillo, tuvieron que huir de noche porque tenían que llevarlo consigo. bolsas, pero la gente puede despertarse en la calle y nadie se las roba. «El único ladrón es él», dijo la mujer en entrevista con periodistas de Hoy desde su casa.
Dijo que amaba al expresidente de la República Joaquín Balaguer. «Quiero mucho al doctor Balaguer, siempre me trae comida y nunca les hace daño a mis hijos», afirmó la mujer de unos 80 años que vive desde hace décadas en El Manguito de Damajagua, también pertenece. ciudad de Esperanza, dijo.
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