Santo Paulino, Marcelo Reyes, Iván Tió Pimentel y Marcos Rodríguez. JOSÉ DE LEÓN
La Federación Nacional de Arroceros (Fenarroz) pidió revisar el plan de deportación de migrantes para tener un programa de regularización de inmigrantes que no entorpezca la producción agrícola, que actualmente depende de la mano de obra
Los directivos de Fenarroz argumentan que el artículo 135 del código de trabajo estipula que el 80% del total de trabajadores de una empresa debe estar cubierto por mano de obra, compuesta por monjes dominicos y el resto posiblemente extranjeros; debe modificarse porque para el agro la disposición es «inejecutable».
Cuando Marcelo Reyes, presidente de Fenarroz, se unió a Iván Tió Pimentel, ex presidente, Marcos Rodríguez y Santo Paulino, dijeron que veían el tema de
Agregaron que la mayoría de la Fuerza Laboral de la industria agrícola incluye extranjeros, principalmente ciudadanos haitianos, lo que causa confusión cuando un productor transporta a estos trabajadores. a su finca, ya que en algunos casos son identificados como contrabandistas ilegales. El país tiene una gran cantidad de inmigrantes ilegales de Haití a República Dominicana.
Sin embargo, dicen que el hecho de que el país haya facilitado, a través de programas de ayuda social y remesas, para que muchos dominicanos no Si quieren trabajar en las zonas rurales, la fuerza laboral haitiana es la fuerza para satisfacer las necesidades de los trabajadores del sector agrícola.
Además, como ocurre en otros países, los trabajos más primitivos y arduos no son aquellas que habitualmente son realizadas por manos extranjeras.
Por eso exigen disponibilidad garantizada de los trabajadores. para cultivos sensibles como arroz, banano, plátano, café, frijol, yuca, etc.
Dicen que el número de trabajadores extranjeros necesarios para el sector agrícola ya está en el país, entonces ¿quién apoya? Un programa de regularización permitiría identificarlos y localizarlos en caso necesario, además de permitirles ser dados de alta en el sistema de seguridad social si cumplen las condiciones.
Proponen entregar una tarjeta a los inmigrantes si necesario, que tendría un costo y se controlaría a quienes manejan las deportaciones.
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