El Papa expresó su pesar durante la misa que reunió a casi siete mil personas en la Plaza de Austerlitz, “La Casona”, como es llamó en Ajaccio (Córcega), donde hay una estatua dedicada a Napoleón Bonaparte, la existencia de guerra, corrupción y violencia en el mundo contra la «esperanza segura» de Lay Dios.
“Hermanos y hermanas, lamentablemente sabemos bien que no faltan causas graves de sufrimiento entre las naciones: pobreza, guerra, corrupción, violencia”, aseguró Francisco. El Papa propone, ante “la devastación que oprime al pueblo”, “una esperanza segura, que no decepciona, porque el Señor viene a vivir entre nosotros”.
En el sermón, también Reiteró la necesidad de una renovación constante en la Iglesia y aseguró que quienes se creen justos “no se renuevan”. “Los que están lejos se harán cercanos cuando Cristo se acerque a nosotros”, explicó el Papa. Antes de comenzar la misa, fue rodeado por una multitud de jóvenes que buscaban su bendición.
El Papa dijo que cualquiera cuya mente “está ocupada por pensamientos egoístas, le quitará la alegría; En lugar de mirar con esperanza, dudas del futuro”. Son cristianos que «sólo se interesan por los proyectos terrenales, sin esperar la obra de la Divina Providencia».
“¡Cuán extendidos están estos males espirituales hoy en día, especialmente donde el consumismo está muy extendido! Los viejos están insatisfechos porque no saben dar; El que vive para sí nunca será feliz”, denunció Francisco, por ello defendió el papel de la piedad popular, el rezo del Rosario o la fraternidad. “Llamo a los miembros de las asociaciones fraternales a estar siempre cerca y disponibles, especialmente hacia los más vulnerables, haciendo activa la fe en la caridad”, afirmó. Francia), donde la diócesis de Ajaccio organizó una conferencia sobre “La religión popular en el Mediterráneo”.
La visita, que duró unas doce horas, comenzó a las 9 de la mañana con la llegada de Francisco en el aeropuerto de Ajaccio, capital de la isla, y finalizando con el regreso del Papa a Roma, hacia las 19.00 horas Precisamente, durante el vuelo a Córcega, Su Santidad Francisco recibió como regalo una escultura de un ángel de la parroquia de Picanya, en Valencia, junto con una carta del obispo del área metropolitana de Valencia, Jesús Corbí, quien explicó que la escultura grabada como «en memoria de los que murieron en la inundación , en memoria de tantas familias que pidieron todo y para agradecer a todos los voluntarios que nos ayudaron.»
Según Vatican News, la escultura representa un Ángel sin cabeza y sin alas en posición de adoración, fue encontrado en la iglesia parroquial después de una grave inundación. El ángel restante que completa este par es completamente irreconocible. Al recibirla, Francisco aseguró que leería con calma la carta y seguiría rezando por las víctimas de la catástrofe de la DANA que devastó varias provincias españolas, especialmente Valencia, a finales de mes hace 10 años. Se trata de la primera visita de un Papa a la isla, la tercera a Francia durante el papado de Francisco tras una visita a Estrasburgo en 2014 al Parlamento Europeo y a Marsella en 2023 para participar en una conferencia sobre las migraciones en el Mediterráneo.
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