Durante una lección, desafié a mis alumnos. Les pedí que me escribieran su evaluación de lo que significa el 2024 para ellos, los jóvenes estudiantes de la Universidad Dominicana. Decidí compartir dos artículos que leí por su calidad. Este primer coche perteneció a Kevin Henderson Marcellus, quien además de estudiar ingeniería también se dedicó a la fotografía e incluso fue motociclista. Durante una entrevista de radio, me dijo una declaración poderosa. Cuando le dije que no diría al aire que estaba jugando al motoconcho, porque eso podría ser motivo de burla por parte de sus amigos, respondió: «Profesor, uno nunca debe suprimir su verdad». A Kevin no le importa. Tiene miedo de la vida. Sueño, tropiezo, me levanto de nuevo. Su fuerza proviene de una familia que siempre lo apoya con amor. No puede evitar el dolor. Este año perdió a un querido “amigo” y se dio cuenta de que el tiempo puede caer como un reloj de arena hacia nosotros sin que nos demos cuenta. Su retrato de 2024 es poético, si lo entendemos como creatividad que nutre la experiencia humana.
No hay mejor nota para un profesor de escritura que saber enseñar a sus alumnos el horizonte y verlos establecer. navegar. En definitiva, somos una idea que se hace realidad cuando la plasmamos en el lienzo de la vida. El español tiene algunas cosas interesantes como el modismo: «Presta atención», porque en inglés hablamos de prestar atención. Durante cuatro meses de clase, mis alumnos me “prestaron” mi atención y ahora, al leerles, les estoy devolviendo parte de ese “préstamo” con intereses.
Kevin Henderson Marcellus: Este año Ha sido un lienzo en blanco donde mis días se han llenado de pinturas. Entre luces y sombras, dibujo historias con las yemas de mis dedos, mientras el tiempo susurra en cada trazo. Están los colores brillantes de las realizaciones repentinas, pero también hay tonos de gris, donde el alma aprende a sanar.
Soy un fotógrafo de momentos y una persona Escribe tus emociones, captura el efímero para hacerlo eterno. Cada paso me acerca a la verdad de quién soy. Si bien cada error me recuerda lo frágil que puede ser la belleza de la vida. 2024 no es perfecto, pero es mío.
Es tan mío que entiendo la naturaleza de la amistad y la profundidad del amor verdadero. Marcadas por la imprevisibilidad de nuestras decisiones, estas decisiones trazan no sólo nuestro propio camino sino también el de quienes nos rodean. Ha sido un año de cambios y gracias a ello he tomado acción para buscar lo mejor para mi futuro, nuestro futuro, porque al final lo que hacemos no solo nos afecta a nosotros sino que también afecta a quienes nos rodean y solo te hacemos pensar: ¿estamos? estamos haciendo cualquier cosa. ¿Él? es para nosotros mismos, ¿lo estoy haciendo por mí? ¿O simplemente lo hice para que vieran la mejor versión de Kevin? Es una incertidumbre que sigue resonando en mi alma, pero este ha sido realmente un gran año. Al final, todas las victorias y derrotas me ayudaron a deletrear la palabra felicidad con el latido de mi vida.