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2025: Grandes oportunidades a pesar de los desafíos

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Este nuevo año trae muchas grandes oportunidades que pueden ayudar a los países a prosperar en estos tiempos inciertos.

La región de América Latina y el Caribe enfrenta mucha inestabilidad en 2025 debido a muchos cambios políticos en el mundo, el impacto de la guerra, las olas de criminalidad y la violencia están en aumento y las restricciones presupuestarias y la creciente deuda son difícil de manejar.

Pero centrarse en lo negativo puede hacer que se pase por alto lo positivo. Este nuevo año trae muchas grandes oportunidades que pueden ayudar a los países a prosperar en estos tiempos inciertos. Estas oportunidades residen en la economía verde, la economía digital, la reestructuración financiera y la reforma.

En primer lugar, debemos reconocer los desafíos del cambiante panorama político y los cambios en las políticas comerciales y migratorias.
2024 será recordado por imágenes impactantes de violencia. Las bandas criminales están extendiendo este mal a países donde antes no era un gran problema. Además de reducir la calidad de vida, la violencia puede costar hasta el 8% del PIB. Los países quieren gastar más para enfrentar este desafío, pero están limitados por grandes deudas relacionadas con la pandemia y un crecimiento económico lento que ha limitado sus esfuerzos.
No todo tiene que ser sombrío, también hay oportunidades. Para lograrlo, la región necesita una agenda positiva que incluya lo siguiente:

Aprovechar las oportunidades verdes para atraer más inversiones. América Latina y el Caribe es hoy líder en energía verde, con algunas de las redes eléctricas más limpias y economías con menores emisiones de carbono. Existe un enorme potencial para la energía solar, eólica y geotérmica. Esto le da a la región una ventaja en la venta de productos que no utilizan combustibles fósiles.

La región tiene importantes reservas de litio y cobre para vehículos eléctricos y otras tecnologías industriales de bajas emisiones. El hidrógeno verde tiene un enorme potencial para ayudar a que industrias difíciles de electrificar, como las de fertilizantes y el acero, puedan dejar de utilizar combustibles fósiles. Para aprovechar estas oportunidades se necesitan incentivos, instituciones sólidas, coordinación e importantes inversiones públicas.

Ampliar las oportunidades digitales para que más personas puedan disfrutar de una vida próspera. La región ha avanzado en el comercio y el empleo digitales, así como en la creación de nuevas empresas tecnológicas conocidas como unicornios. Países como Argentina, Colombia y México están invirtiendo en formación tecnológica para jóvenes. Esto amplía las oportunidades laborales digitales y populariza la adopción de inteligencia artificial. Esta cifra se cuadriplicó entre 2018 y 2021 y ha seguido aumentando desde entonces.

El desafío que enfrenta actualmente la región es lograr el acceso a la banda ancha para todas las personas. Esto requerirá una inversión masiva en infraestructura y habilidades digitales.

Avances en cuestiones fiscales. Esto podría hacer que la sociedad sea más equitativa, impulsar el crecimiento y crear más espacio en los presupuestos públicos.

La atención se centra principalmente en los impuestos a la propiedad. Gravar los activos financieros puede ser difícil porque gravar los activos personales, como las acciones y los bonos, puede ser complicado. Una opción más eficiente es gravar la propiedad porque los bienes son inmuebles y constituyen una proporción mayor de la riqueza de la zona. Los países de América Latina y el Caribe suelen recaudar apenas un 2% en impuestos sobre el patrimonio –por debajo del promedio mundial–, a pesar de que el 80% de su riqueza está en bienes raíces. Los gobiernos pueden utilizar plataformas digitales para evaluar los impuestos a la propiedad y mejorar la cartografía, la recopilación y el intercambio de datos.

Adoptar e implementar reformas que promuevan el crecimiento inclusivo. Cuando hablo con los líderes de la región, hablan de la necesidad de reformas para estimular el crecimiento.

Una reforma clave debe ser introducir más competencia. La gente paga un precio alto por bienes y servicios de mala calidad. El aumento de la competencia puede dificultar la vida a las empresas no competitivas y a sus empleados. Por lo tanto, las políticas justas y competitivas deben combinarse con políticas de innovación y sistemas nacionales que funcionen, incluidos mejores sistemas de educación y formación profesional.
América Latina y el Caribe enfrentarán enormes desafíos en 2025. Los titulares pueden ser preocupante. Pero la región tiene oportunidades en materia de economía verde, digital, reestructuración financiera y reformas para prosperar en la economía global. Es hora de aprovechar al máximo estas oportunidades y trabajar para garantizar un futuro mejor para nuestro pueblo.

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