Algunos niños a su alrededor también están haciendo la misma actividad: volar chichiguas. “Me porté bien pero no me dieron nada”, exclamó uno de los niños mientras tenía las manos y la cara cubiertas de arena
“El otro día hice chichigua porque sabía que ganaba No consigo nada”, dijo Emanuel, un chico de 15 años que intentaba montar chichigua con su amiga Yeri, de 13, en el barrio La. Domingo.
Aunque se suponía que Yeri iba a la escuela, en cambio trabajó en un lavado de autos cerca de su casa sin saber por qué no estudió en un centro educativo.
Sin embargo, su amigo entusiasta de los juegos y las aventuras, Emanuel, está estudiando para ser dentista, trabaja en una tienda de comestibles y toca música.
«Lo que sea. «Ya hay que buscarse la vida», dijeron mirando al cielo.
Los dos sólo querían recibir una pelota de baloncesto este día de Reyes, porque no pudieron recibirla. cuando diferentes líderes políticos llegaron a repartir juguetes en su zona.
Algunos niños a su alrededor hacían la misma actividad: volar chichigua. «Yo me porté muy bien y ellos no déjame «No quiero nada», exclamó uno de los niños mientras sus manos y cara estaban cubiertas de arena.
» Mis padres me dijeron que no hicieron eso. Tenemos dinero para comprar juguetes”, comentaron. Estaban molestos porque la cometa no quería volar porque el viento no la soportaba.
En cuanto a ella, en las calles del residencial Guachupita prácticamente no había niños jugando con los pocos. juguetes visibles a simple vista
Diana Pérez, madre de 10 hijos y uno en camino. asegúrese de que no tenga dinero para comprar reyes para sus hijos porque se lastimó la pierna y eso la deja sin poder trabajar.
TO Aunque Daiana no tiene dinero para comprar reyes. Sus hijos, los padres de sus hijos le enviaban juguetes. Una de las recién nacidas tenía un pequeño motor rojo que su hermano le empujó a otra niña que recibió un juego de estufa y a la otra; Hoop.
«Me porto bien en casa y en el colegio y no me dan juguetes. Se lo pedí a mi madre pero no me dejó. No lo quiero, quiero un muñeca”, dijo tristemente una de las hijas de la señora Pérez mientras hablaba con su hermana vestida con un vestido de cuadros y Crocs rosas, su mano sosteniendo esmalte de uñas como símbolo del juego.
. Sin embargo, en Los Guandules hay muchos niños migrantes más moviéndose con bicicletas, patines, utensilios de cocina, pelotas de baloncesto, motores eléctricos, muñecos y padres observando mientras los adolescentes juegan en la calle.
Uno de los menores, de 10 años, vestía pantalón blanco, camiseta naranja y chaqueta naranja RD$500 para comprarle algo a su mamá, dijo que no recibió nada por la ceremonia de despedida, pero saldrá a jugar con los platos. juguetes que tienen los vecinos.
Con voz angelical y risas, expresó que solo quería un juego de cocina. Un fotógrafo que pasaba por la zona acudió a una de las tiendas que venden diversos juegos de la zona y cumplió el anhelado deseo del niño.
Presidente del Comité General del Sistema de Ayuda al Desarrollo Barrial (CPADB), Rolfy Rojas , junto a la presidenta de la Fundación Cuenta Conmigo, Gina Marranzini, y el presidente de la asociación de vecinos María Trinidad Sánchez, Raúl Morillo, entregaron juguetes a los niños. Diferentes niños del barrio de Los. Guandules.
La actividad comienza a las 9:00 am, cada niño recibirá un boleto y cuando aparezca el número en la mano del niño elegirá el juguete que desea. Este lugar está lleno de niños y padres que llevan a sus hijos adolescentes a recoger los juguetes asignados.
«Aquí no necesitas traer artículos de plástico para ayudarte, yo entrego los juguetes», dijo Rojas. .
El Ayuntamiento del Distrito Nacional volvió a convertirse en el punto focal al que llegaron miles de padres de familia, algunos incluso con sus hijos pequeños, con sus bolsas de plástico de adulto que pasaron días y semanas recogiendo e intercambiando. juguetes, como parte de una actividad denominada «El plástico como juguetes».
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