En la mañana del 3 de enero, alrededor de cien funcionarios de la Oficina de Investigación de la Corrupción de Corea intentaron ejecutar una orden de arresto contra el derrocado presidente Yoon Suk -yeol, pero sin éxito. El operativo comenzó a las 8 de la mañana en la residencia presidencial y duró cinco horas y treinta minutos sin resultado, ya que las fuerzas de seguridad del presidente bloquearon la entrada con 200 militares junto 200 soldados. autobús. Motivos de seguridad llevaron a la suspensión del proceso.
Se espera un nuevo procedimiento
Los fiscales del Departamento de Investigación de la Corrupción pudieron reunirse con los abogados suspendidos por el presidente. Argumentan que la orden de arresto carece de legalidad y además es inconstitucional, lo que obstaculiza el proceso.
Yoon Suk-yeol fue acusado por la Asamblea Nacional tras el fracaso de la ley marcial el 3 de diciembre. A eso se suma su negativa a recibir una notificación formal para iniciar su defensa ante el Tribunal Constitucional del país, órgano que decidirá el futuro de su gobierno.
Orden La detención tiene vigencia hasta el 6 de enero y puede ser anulada y prorrogado, por lo que se esperan nuevos procedimientos.
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