El país importó $19.4 mil millones en alimentos durante las dos administraciones del presidente Luis Abinader, debido a que “la producción agrícola nacional se desplomó”. Así lo afirmó el director de agricultura del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Adriano Sánchez Roa, quien afirmó que “el autoabastecimiento de alimentos que el Presidente El entonces Danilo Medina alcanzó el 87% en agosto de 2020, momento en el que la cifra había caído a solo el 72%.
El exsenador Elías Piña, dijo que el país importa 782 millones de pesos diarios debido a una caída en la producción de alimentos, mientras los fabricantes quiebran.
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Dijo que 2024 es el año en que los fabricantes quiebran y los costos de producción son más altos Canasta real Productos dominicanos.
Aclaró que “la fuerte reducción de la producción nacional de alimentos se ha traducido en importaciones por $19,400 millones durante los 52 meses de administración del presidente Abinader. Sánchez Roa destaca que lo peor es con una canasta mensual de 45,400.00 RD$ y un ingreso promedio de personas trabajadoras de 22 años. 300.00 RD$, la parte de los dominicanos, que viven los menos pobres, no reciben ni la mitad de los alimentos que necesitan. Agregó que la caída en la producción local se refleja en la disminución del arroz en 2023 alcanzando los 13.570.490 quintales, inferior al 2018 alcanzando los 13.831.938 quintales, mientras que en Para 2024, las importaciones de granos ascendieron a casi tres millones de quintales, una cifra altísima y esto demuestra que han perdido la capacidad de ser autosuficientes en arroz. Sánchez Roa señaló que en el caso del frijol rojo , importan más de la mitad del consumo nacional, de los cuales las importaciones de maíz son aproximadamente 400.00 millones de dólares americanos, mientras que la leche en polvo supera los 130.0 millones de dólares americanos y ese café se importa con precio US$ 45,0 millones.
El jefe de asuntos agrícolas del PLD afirmó que «lamentamos el abandono de los productores, cuyas ganancias se han reducido en un 40%, ya que el aumento excesivo de los precios de la canasta alimentaria no les trajo ningún beneficio pero por el contrario, los comerciantes y fabricantes extranjeros tenían el privilegio de beneficiarse de un tipo impositivo nulo, lo que provocaba una competencia desleal.
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