París, 27 ene (EFE).- Francia organiza una cumbre internacional sobre la inteligencia artificial (IA) los próximos 10 y 11 de febrero en París para tratar de evitar que se repitan los errores de las revoluciones de internet y de las redes sociales en las que los europeos quedaron en gran medida marginados.
«La batalla no está perdida», subrayaron este lunes fuentes del Elíseo al presentar esta cita en la que se esperan unos 1.000 participantes, entre jefes de Estado y de Gobierno, representantes de unos 60 países, pero también empresarios del sector, científicos y actores del mundo de la cultura o del espectáculo implicados.
Hay dos incógnitas importantes sobre la presencia de la nueva Administración de Donald Trump, que no ha respondido todavía a la invitación, como tampoco lo ha hecho el dueño de la red social X, Elon Musk.
Incógnitas a las que las fuentes de la presidencia francesa se esforzaron en quitar importancia al insistir en que la cuestión central es qué puede aportar Francia y Europa al debate internacional.
En cualquier caso, sí que estarán la inmensa mayoría de los gigantes de internet y de la propia IA, como OpenIA y su consejero delegado, Sam Altman.
Francia lo que propone es «una tercera vía» frente a las que han conformado por su lado los gigantes de internet en Estados Unidos y China y a ese respecto considera que «es un buen momento para una conversación internacional».
Eso se concretará en una «fundación» cuya constitución será uno de los puntos fuertes de esta cumbre, y cuyo objetivo será configurar una IA abierta y que permita dar acceso a bloques de infraestructuras.
Uno de los retos de esa fundación es evitar la privatización de los datos que se teme si se deja que continúe la lógica que ya se fraguó con las revoluciones de internet y de las redes sociales, y demostrar que es posible «una IA ética» que daría confianza sobre su utilización a los ciudadanos frente al miedo a los abusos.
La forma de impedirlo sería, entre otras, dar acceso a datos a los investigadores para que puedan llevar a cabo trabajos científicos, pero al mismo tiempo proteger los datos para que sus propietarios (por ejemplo, con los derechos de propiedad intelectual) puedan sacar beneficios a la hora de venderlos a empresas que los van a explotar.
Francia copresidirá esta cumbre con la India; una forma para su presidente, Emmanuel Macron, de mostrar que quiere «crear vínculos con la comunidad internacional» y «salir de la lógica de bloques» integrando las preocupaciones también de países en desarrollo.
Macron tampoco se privará de aprovechar la presencia de los líderes políticos y empresariales que acudan a París para sacar pecho sobre las bazas de su país en la carrera por la IA.
«Tenemos talentos» formados en este sector -señalaron las fuentes del Elíseo-, un gran volumen de «energía descarbonizada», con la electricidad de origen nuclear, que es necesaria para que funcionen los centros de datos de la IA y «un ecosistema fuerte» con empresas como Mistral y universidades punteras en el terreno de las tecnologías de la información.
Aunque la cumbre propiamente dicha se celebrará el lunes 10 y el martes 11, la semana anterior habrá una sucesión de eventos, primero de carácter más científico y académico, y durante el fin de semana previo con debates sobre los retos de la IA para el mundo de la cultura y presentaciones artísticas y de espectáculos.
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