La depresión, una enfermedad incapacitante física y mentalmente, sigue siendo la enfermedad más incomprendida, a pesar de que las consultas sobre sus causas están en aumento, según cifras oficiales. un aumento de alrededor del 29 por ciento en cuatro años. Es la principal causa de suicidio, que aumentó un 18% durante este período.
Los afectados luchan con sentimientos de culpa y desesperación, que son reforzados por su entorno, o incluso por sus propias familias, que pueden tildarles de perezosos y culparlos de “no hacer su parte”, sin darse cuenta de los efectos que esta condición ocasiona.
Para ilustrar y promover un tratamiento digno, el psiquiatra Yamil Peña explica que este trastorno es más que solo Sentirse triste, afecta el razonamiento, el comportamiento, el apetito, el sueño e incluso la movilidad, interfiriendo en la vida diaria.
Esto te impulsa a buscar ayuda, porque hay una solución, en forma de terapia y medicación. . “Hablar puede ser difícil, pero es un paso importante para avanzar. »
En tanto, la neuropsicóloga Eva Porcella sostiene que el Estado y todos los actores del sistema de salud deben promover el respeto a las personas con síntomas de la enfermedad y en ocasiones son maltratadas en las calles e incluso en sus casas, un lugar que pueda protegerlos.
«El problema no es tomar algo de afuera hacia abajo, claro que es cierto, «Hay que hacerlo, pero no siempre es posible hacerlo solo , dijo.
De los casos que ha presenciado, se dio cuenta de que esta era una enfermedad que agotaba a quienes la padecían y era traumática para los cuidadores, quienes, sin el apoyo y el conocimiento Para gestionar la situación, podría tener consecuencias muy graves. Esta enfermedad se ha cobrado la vida de muchas víctimas.
Causas profundas
Niños Los niños, sobre todo los más pequeños, sufren una falta de cuidados que se refleja en su apariencia e incluso en su alimentación y en el absentismo escolar. Además de eso, había un estigma, expresado a través del ridículo como «hijo de un loco».
La productividad se vio devastada y a veces se descuidaba la higiene. «Esa no es mi voz. La dificultad con la pronunciación se debió a una depresión a los 16 años. Estaba tan mal que no pensaba en el suicidio. Cuando estás en un estado así, completamente confundido, no existes, para pensar en la muerte hay que estar un poco consciente.» Lucía Ramos Alcántara espera que su testimonio ayude a evitar situaciones similares a las de ella.
Ella cuenta su historia para que la gente se acerque a ella con mano sensible y compasiva y en lugar de rechazarlos, les den una sonrisa y un abrazo.
Una de las El temor de Rafael Bueno era que sus descendientes fueran «contagiados» de su estado de ánimo o lo heredaran. Lamentablemente, no tenía herramientas para minimizar el impacto en su hermano mayor, que lo llevaba en mi pesada cruz.
. «Es difícil, muy difícil, mis hijos pequeños me ruegan que me levante de la cama y no tengo fuerzas para complacerlos, eso me deprime aún más. El hijo mayor fue discriminado en el barrio y en la escuela. Hemos luchado y seguiremos luchando, ahora con más conocimiento”. Su declaración es un grito de esperanza que ha repetido una y otra vez para cambiar las normas prejuiciosas. false
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