Roma, 27 enero (EFE). – Hace cinco millones de años, el Mediterráneo experimentó la mayor inundación de la historia. Puso fin a una crisis de sal que convirtió el mar en un “vasto desierto”, según un estudio italiano que reconstruye las circunstancias del desastre.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) ha Se presentó este lunes un estudio realizado conjuntamente con la Universidad de Catania, que proporciona la «evidencia más clara y convincente» hasta la fecha de la existencia de esta megainundación y confirma la teoría del rápido llenado del Mediterráneo después de un largo período de sequía.
Desde hace más de 50 años, el retorno del mar Mediterráneo a sus condiciones marinas actuales ha sido objeto de un intenso debate científico. Hay dos teorías principales: una supone un proceso de llenado lento a lo largo de unos 10.000 años, la otra supone un fenómeno rápido y catastrófico.
Entre 5,97 y 5,33 millones de años atrás el Mediterráneo experimentó el llamado «Mesiniense». crisis salina» como resultado de un «levantamiento general» o movimiento tectónico en la zona del Estrecho de Gibraltar, según el comunicado del INGV.
Este fenómeno aisló el Mediterráneo del océano Atlántico y la transformó en una cuenca cerrada que tardó unos 600.000 años en secarse «casi por completo» y convertirse en un vasto «desierto de sal». Esto provocó la extinción de muchas especies marinas.
El proyecto de investigación del INGV, en el que participan Italia, España, Alemania, Inglaterra (Gran Bretaña) y California (EE.UU.), sigue un «enfoque interdisciplinario». que se centra en zonas de la isla italiana de Sicilia. (en el sur), donde encontraron más de 300 montículos formados por el flujo de agua.
Los científicos notaron que los montículos, largos y estrechos, estaban separados por canales profundos, que probablemente por un “ “turbulento flujo de agua” hacia el noreste, que inundó la región con tal fuerza que modeló el paisaje y dejó huellas visibles en la geografía local, como el enorme “Cañón del Noto”.
El estudio apoya la hipótesis de que el océano Atlántico volvió a entrar repentinamente en el mar Mediterráneo a través del estrecho de Gibraltar y el proceso fue tan rápido y turbulento que el agua comenzó a fluir con una intensidad nunca antes vista. La tasa de descarga está entre 65 y 100 millones de metros cúbicos por segundo, mucho más alta que cualquier otra inundación en la historia de la Tierra.
La investigación también ha permitido reconstruir cómo era la zona antes del cataclismo, cuando parecía una gran bahía poco profunda, en cuyo fondo se acumulaban depósitos de piedra caliza, yeso y sales. EFeverde
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