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Los habitantes de Santa Lucía de Santiago quieren vivir en un lugar limpio

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El otro lado" podía ir a la escuela y al trabajo, cuando el El sistema de alcantarillado y las zanjas de basura crecieron y retumbaron durante la temporada de lluvias.

Sterlyn García Aquino, ocho años. Cursaba sus estudios primarios en Cometas de Esperanza y por las tardes tomaba clases de danza folklórica en el Centro Mauro Lorenzo, en el barrio Santa Lucía, al oeste de Santiago de los Caballeros.
La niña vive a unos pasos de la calle 50, donde el peso contaminante de un barranco se ha llevado por delante un tosco «puente» construido por la comunidad para que los niños y trabajadores de la zona franca pudieran cruzar. «El otro lado» podía ir a la escuela y al trabajo, cuando el El sistema de alcantarillado y las zanjas de basura crecieron y retumbaron durante la temporada de lluvias.

Sterlyn soñó en grande. Ella aspira a convertirse en la “Super Directora” de Cometas de Esperanza. Su rostro no reflejaba los peligros cotidianos del medio ambiente. Su casa es una de 64 ubicadas en la zona más vulnerable de la barranca. Una ligera lluvia fue la causa por la que ella y su familia perdieron el sueño. Además, su abuela cuida a tres personas mayores con discapacidad motriz que, en caso de emergencia, tendrían poca fuerza o capacidad para correr.

Santa Lucía es un barrio al lado del «dragón» , como se les conocía antiguamente, el vertedero de Rafey. Era un barrio marginal con calles pequeñas y polvorientas. Carecen de agua potable, electricidad y asfalto. Reunidos en el patio, sentados sobre latas vacías, la comunidad se dedicó a soñar y luchar por una vida digna.

Rosa Silverio, coordinadora del Consejo de Desarrollo Barrio Santa Lucía, recuerda sus luchas respirando con las moscas . Por eso la zona se llama La Mosca.

Gracias a décadas de lucha, tienen calles, agua y electricidad. Pero el arroyo transporta desechos tóxicos del vertedero, lo que agrava la crisis ambiental y social que enfrenta la comunidad.

Aproximadamente 60 casas se encuentran en las orillas del arroyo y corren el riesgo de ser «eliminadas» en cualquier momento. momento.

El doctor Kelvin Peralta Jáquez, del Centro Médico Santa Lucía, asegura que cada semana atienden a 150 personas con enfermedades respiratorias, infecciones, diarreas y neumonías. Por ello, ella y la comunidad han pedido una intervención coordinada entre las autoridades locales, el gobierno central y la sociedad civil.

La líder comunitaria Rosa Silverio dijo que la situación La situación «desesperada» y contaminada en la Quebrada ha El sismo dejó más de 60 viviendas afectadas y en estado de peligro. «De ellas, tres edificios se han derrumbado completamente, mientras que otros cinco han sufrido daños estructurales y están al borde del colapso», indicó.

LOOSE
Además de la resiliencia de Para los vecinos, un punto brillante Otro de los proyectos educativos que se desarrollan en Santa Lucía son los que se desarrollan en la zona. Por ejemplo, Cometas de Esperanza, con 517 alumnos, ganó la medalla de oro en el Iberoamericano de Educación Secundaria. Premios Americanos a la Calidad, entregados en Colombia en 2021.

Gracias a la educación de calidad, Cometas de Esperanza Ha cambiado la situación de explotación laboral infantil en el vertedero y está trabajando para convertir el vertedero en un parque ecológico. “Donde antes había muerte, explotación y sufrimiento, ahora florecen flores”, afirmó la directora Andrea Suero.

Además, desde hace 21 años, el pastor Pablo Ureña es responsable del proyecto educativo “ Niños de la Esperanza”, beneficiando a 200 niños y jóvenes. Cuentan con una guardería para 35 mamás para que puedan estudiar y trabajar.

Informaron al vicepresidente

Debido a la urgencia de la limpieza de la barranca en Debido a la Ante la amenaza que representa para la salud de los pobladores, ocasionando que padezcan enfermedades derivadas de las condiciones insalubres del ambiente, la comunidad de Santa Lucía tocó muchas puertas, llegando incluso a trasladar un texto a la vicepresidenta Raquel Peña.
Hace dos años, fueron a hacer una evaluación al INAPA, a pedido de Wellington Arnaud, pero cuando llamaron, dijeron «había sido transferido a otro servicio».

«Esto afecta a muchos personas que no tienen a donde ir y sus vidas corren riesgo. Esperamos que antes de que ocurra un desastre, por favor nos ayuden”, expresó preocupada Rosa Silverio.

El distrito de Santiago Oeste es muy vulnerable al riesgo de riesgo climático, con un 31,4% de la población viviendo en pobreza y más de 13.000 hogares ubicados en zonas propensas a inundaciones.

Esta vulnerabilidad se ve exacerbada aún más Debido al desarrollo urbano descontrolado, las subcuencas del río Jacagua y Barrancas como la del barrio Santa Lucía han sido severamente contaminadas, afectando la calidad del agua y exponiendo a los vecinos a muchos riesgos. más sobre el medio ambiente

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