Madrid (EFE). – La directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, ha condenado la campaña de insultos, calumnias «e incluso amenazas de muerte» lanzada contra el centro y contra ella.
Lo anunció en una carta abierta a todos los miembros del Patronato del CNIO, que se reunirá en sesión extraordinaria el miércoles y podrá decidir sobre la retención o destitución de algunos de sus consejeros. Después de que el centro de investigación estuviera en el punto de mira durante semanas porque la mitad de los directores de investigación habían pedido la destitución de Blasco y un concurso internacional para elegir a su sucesor, la presidenta del patronato, Maria Blasco, que ocupa el cargo desde 2011, Denunciaron que esta “campaña de noticias falsas y desinformación” se difunde “a la velocidad de la luz” a través de canales de comunicación y redes sociales y que hacen referencia a la “deshumanización” que sufrieron los judíos durante la Alemania nazi o los japoneses en Estados Unidos.
En la carta resume las medidas que ha tomado durante el último mes para contrarrestar esta ‘campaña’ y menciona una reunión que mantuvo con todo el personal del CNIO para analizar la situación y responder preguntas; Reunión con el Defensor del Pueblo para solicitar una auditoría externa de su labor y la del Director General; o sus apariciones en medios de comunicación y en ruedas de prensa.
Maria Blasco explica en la carta que «cada uno de los supuestos comunicados en las últimas semanas» es responsabilidad del Director Ejecutivo, según los estatutos del CNIO. y la actual “doble terquedad” que prevalece en su dirigencia, subrayando que “no todo es relativo”.
“Lo que es relativo es que “quienes desprecian la evidencia empírica son quienes desprecian la ciencia” Maria Blasco condenó a quienes se aprovechan de la desinformación ciudadana sobre temas científicos para llevar a cabo sus malvados planes, afirmando que «la destrucción de la ciencia, el asesinato de un científico que sacrificó su tiempo, la mejor inversión para los negacionistas».
La desinformación y la mentira «son el abono de la barbarie social», escribió Blasco, denunciando los daños colaterales de esta campaña, incluida su reputación personal y la de su científico, el CNIO y la ciencia española.
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