SAN FRANCISCO — Además de ser la persona más rica del mundo, director ejecutivo de varias empresas y asesor clave del presidente Donald Trump, Elon Musk también afirma ser un jugador de videojuegos de talla mundial. Musk tiene una cuenta en la red social X donde publica lo más destacado de sus actuaciones en el juego. Ha transmitido con algunos de los mejores jugadores profesionales en plataformas como Twitch. Incluso introdujo su nombre en las tablas de clasificación mundial de algunos juegos.
Pero en enero, la comunidad de jugadores le dio la espalda. Todo comenzó con una transmisión en vivo de Elon Musk jugando Path of Exile 2, un popular juego de rol de acción conocido por su nivel de dificultad. Aunque afirmaba haber alcanzado uno de los niveles más altos del juego, jugaba como un aficionado.
Los detectives de Internet examinaron su juego e identificaron errores que un principiante podría cometer. Otros jugadores han notado que la cuenta Path of Exile de Elon Musk estaba activa durante momentos en los que quizás no estaba jugando, como cuando estuvo en la toma de posesión de Trump.
Miles de jugadores han acusado a Elon Musk en X de «potenciar» su cuenta, es decir, pagar por actualizaciones en sitios web de terceros o contratar personas para que jueguen el juego por él.
Para Musk, la etiqueta de “jugador apasionado” es parte de una identidad que ha intentado crear: un polímata nerd que es a partes iguales magnate del automóvil, pionero espacial y empresario tecnológico.
«Quiere que la gente realmente lo respete», dijo Rod Breslau, un veterano analista y consultor de videojuegos. «Para ser genial, tienes que ser bueno en los videojuegos».
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