Cada año, el 11 de febrero se celebra la Jornada Mundial del Enfermo. Esta fecha fue establecida en 1992 por el Papa Juan Pablo II para concienciar al público sobre la importancia de la enfermería y reconocer la labor de los profesionales de la salud. Este día nos llama a reflexionar sobre la calidad de la asistencia sanitaria y, en particular, sobre la necesidad de humanizar los servicios médicos.
La humanización de la asistencia sanitaria significa poner al paciente en el centro del sistema sanitario, no sólo como destinatario de la atención sanitaria, sino también como persona con sus propias emociones, miedos y necesidades particulares. Los hospitales y clínicas a menudo se centran en la enfermedad e ignoran el bienestar emocional y psicológico de los pacientes. Sin embargo, la salud no sólo depende de medicamentos y procedimientos clínicos, sino también de un trato digno y compasivo.
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Uno de los mayores desafíos que enfrentan los sistemas de salud modernos es garantizar que la eficiencia y la tecnología no desplacen el trato humano. El personal médico sobrecargado de trabajo, la falta de recursos y la burocracia a menudo dificultan brindar una atención más cálida y personalizada. Por ello, es fundamental que los profesionales sanitarios reciban formación en comunicación y empatía para que puedan ofrecer un apoyo integral a los pacientes y sus familias.
Además, una atención sanitaria más humana depende no sólo de los médicos y enfermeras, sino de la sociedad en su conjunto. Es necesario fortalecer las redes de apoyo a los enfermos, garantizar la igualdad de acceso a los servicios de salud y promover políticas que prioricen el bienestar de los pacientes. Iniciativas como la atención domiciliaria, el recurso a psicólogos en los hospitales o la creación de condiciones agradables en los centros sanitarios son ejemplos de cómo se puede mejorar la experiencia del paciente.
Esta Jornada Mundial del Enfermo exige una mayor solidaridad con las personas enfermas y el reconocimiento de la labor de los cuidadores, tanto profesionales como familiares. La salud no es simplemente la ausencia de enfermedad, sino un estado de bienestar físico, mental y emocional que debe mantenerse humana y éticamente. Sólo a través de una atención sanitaria más humana podremos garantizar un sistema de salud verdaderamente eficaz y digno para todos. Esta columna es un segmento educativo de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: articulos@gmail.com / @sodonuclim.
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