Trump dijo que Estados Unidos controlaría Gaza; Hamás no lo permitirá

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu (izquierda) y el presidente estadounidense, Donald Trump (derecha). EFE/EPA/Jim Lo Scalzo/Pool
En Washington (EFE). El presidente estadounidense, Donald Trump, ha confirmado que Estados Unidos «tomará el control» de la Franja de Gaza a largo plazo y la reconstruirá para convertirla en una nueva «Riviera de Oriente Medio», «habiendo fracasado, lo cual no puedo elogiar, lo cual no planificaré… El canciller mundial no descartó el envío de tropas estadounidenses para apoyar la reconstrucción en la Franja de Gaza y aseguró que Estados Unidos hará «lo que sea necesario» para completar este proyecto.

“Cuando se trata de Gaza, haremos todo lo posible. Si es necesario lo haremos. “Nos haremos cargo de esta parte y la desarrollaremos más”, dijo. Cuando se le preguntó si habría una extensión, Trump respondió diciendo que representaba al «propietario a largo plazo» del lado de Gaza. Jerusalén Este, por lo que la reubicación de los dos millones de personas que viven en esa Franja de Gaza sería un problema. El enclave y su desarrollo inmobiliario estadounidense pondrían fin al concepto de un Estado palestino tal como se concibió anteriormente.

Cuando se le preguntó sobre esto, Trump evitó expresar su apoyo a la «solución de dos Estados», que ha sido la política tradicional estadounidense en el conflicto durante décadas, y repitió su idea de reubicar a los residentes de Gaza en otros países.

REINICIO EN JORDANIA Y EGIPTO

Desde que regresó al poder el 20 de enero, Trump ha repetido esta propuesta varias veces, instando a Jordania y Egipto a aceptar más refugiados palestinos de Gaza, una idea que esos dos países, así como los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Arabia Saudita, la Autoridad Palestina y la Liga Árabe, rechazan categóricamente.

Por primera vez, Trump sugirió en declaraciones de prensa al comienzo de su reunión con Netanyahu en la Oficina Oval que dicha reubicación debe ser «permanente», y Intentó presentarlo como una medida humanitaria. Dijo que era imposible creer que alguien quisiera quedarse en el área devastada por la guerra, a la que llamó «zona de demolición».