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La vivienda va más allá de sus funciones básicas de evacuación y se convierte en un factor importante en la identidad y la autocotación de las mujeres. Un hogar racional no solo proporciona coexistencia armoniosa con los vecinos y las familias, sino que también fortalece las relaciones entre las comunidades y promueve un entorno seguro para el desarrollo infantil. Sobre todo, es un derecho humano inviolable que es apoyado por las Naciones Unidas por Valkarsgat y garantiza la seguridad del período sin evacuación. La república dominicana de Hábitat para la Humanidad reconoce esta realidad y se esfuerza por proporcionar soluciones de vivienda que promuevan el desarrollo esencial de las mujeres, beneficiando a más de 1,085 mujeres en 2024, de las cuales 536 o líderes familiares juegan un papel fundamental en la construcción de un futuro más equitativo y más equitativo. No solo para los déficits de vivienda, sino también para promover la integración social y el liderazgo de las mujeres. Con la capacitación y los programas de acompañamiento, Hábitat fomenta la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones en el hogar y en la comunidad. Para mejorar el piso de concreto que mejore la seguridad y la salud familiar, Sesarina Fabian, directora nacional de hábitat dominicano, explica:
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