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Aída Nicol Reyes: Summa Cum Laude del Intec

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Entre los 911 graduandos que este sábado festejaron su logro en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), una silla quedó sin ocupar.

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Entre los 911 graduandos que este sábado festejaron su logro en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), una silla quedó sin ocupar. Era el sitio destinado a Aida Nicol Reyes Gómez, la joven de 21 años que, de no haber sido arrollada el 26 de febrero pasado por una conductora ebria, habría obtenido su título de Mercadeo, con la máxima distinción académica: Suma Cum Laude.

Aida Nicol ocupaba el puesto 334 en la lista de graduados. Su nombre fue anunciado con una pausa especial, durante la septuagésima ceremonia de graduación de la universidad. A continuación, se escuchó un aplauso solemne que se sintió como un abrazo colectivo.

Su padre, Vicente Reyes, subió al escenario para recoger el título póstumo de su hija, entre lágrimas que no pudo reprimir y el apoyo silencioso de todo el auditorio.

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La joven, quien soñaba con revolucionar el mundo del mercadeo, perdió la vida en el cruce de las avenidas Winston Churchill y Ángel Severino Cabral. Aquella noche, Aida volvía a casa cuando fue impactada por un vehículo manejado por Raquel Guzmán Torres.

Los resultados de las pruebas de alcoholemia practicadas a la joven Guzmán, según la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), revelaron niveles de 0.68 y 0.77, muy por encima del límite legal permitido por la Ley de Tránsito.

El impacto causó a Aida un traumatismo craneoencefálico severo, heridas en la región frontal y una lesión profunda en la espalda, lesiones que le provocaron la muerte de forma casi inmediata.

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La ceremonia de graduación, que normalmente es una celebración de nuevos comienzos, se pintó, por un instante, de un tono de luto. La presencia simbólica de Aida, en cada aplauso, fue un recordatorio del valor de una vida joven interrumpida por la irresponsabilidad de conducir bajo los efectos del alcohol.

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