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La Semana Santa, tiempo de reflexión y renovación espiritual, convoca a miles de dominicanos a visitar los sitios más emblemáticos del país.
El párroco Orlando Friusa de la parroquia San Juan de la Cruz en Villa Mella, aconseja varios destinos “por su historia, su importancia religiosa y las experiencias únicas que brindan”.
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En Bayaguana, el Santo Cerro de los Milagros es un lugar lleno de devoción y calma. Los peregrinos acuden en busca de esperanza y consuelo, mientras aprecian el entorno natural que rodea este espacio sagrado. Este sitio es reconocido por las peregrinaciones dedicadas a la Virgen de la Altagracia y por ser un destino que une lo religioso con lo histórico.
Situado en el corazón de las montañas de Constanza, el Santuario del Divino Niño es un refugio espiritual único. Allí, los visitantes pueden sentir una conexión profunda mientras disfrutan de la frescura de las alturas y la belleza natural que rodea el área. Es un sitio ideal para quienes buscan una mezcla de paz espiritual y contacto con la naturaleza.
Conocido como “el más raro” de los santuarios, el Santuario San Martín de Porres en Baní cautiva por sus características poco convencionales. Este sitio, aunque menos conocido, ofrece una experiencia de introspección diferente para los devotos y curiosos que llegan al lugar. Su singularidad reside en los detalles arquitectónicos y su enfoque espiritual, lo que lo convierte en una joya que vale la pena explorar.
Más que destinos, símbolos de fe y cultura
“Estos lugares no solo reflejan la devoción de los dominicanos, sino también la riqueza cultural que abarca cada rincón del país. Son destinos perfectos para redescubrir la fe, sumergirse en su historia y admirar los paisajes que acompañan estas travesías”, agrega el sacerdote al periódico Hoy digital.
Situada en la Ciudad Colonial, esta catedral es la primera construida en América y un símbolo de la historia religiosa del país.
Su arquitectura impresionante y su rica historia la convierten en un sitio perfecto para la reflexión espiritual durante la Semana Santa, explica el asesor turístico Eduard Oviedo.
Este recinto histórico, ubicado en la Calle Padre Billini, fue el primer convento de monjas en Santo Domingo. Su ambiente tranquilo y su importancia histórica lo hacen un destino especial para quienes buscan paz y conexión espiritual.
Este templo es un espacio de encuentro para la comunidad evangélica, ofreciendo actividades y servicios religiosos que promueven la fe y la unidad durante la Semana Santa.
Ubicado en la Carretera Sánchez, este seminario es un lugar de formación espiritual y reflexión. Su entorno sereno lo convierte en un destino ideal para quienes buscan un retiro espiritual.
Este templo es un lugar destacado para la comunidad religiosa, ofreciendo un espacio de oración y actividades especiales durante la Semana Santa.
Estos destinos no solo reflejan la riqueza espiritual de República Dominicana, sino también su diversidad cultural y arquitectónica. Si deseas ampliar el reportaje o explorar más detalles sobre alguno de estos lugares, ¡puedo seguir ajustándolo!
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