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Baní se despide con profundo pesar de nueve de sus hijos caídos en la tragedia de Jet Set.
Baní.- Cientos de banilejos se volcaron a las calles ayer jueves y este viernes para dar el último adiós a nueve de sus conciudadanos que perdieron la vida bajo los escombros tras el derrumbe del techo de la discoteca Jet Set, ocurrido la madrugada del pasado martes.
La tragedia ha dejado 221 fallecidos, mientras que decenas de heridos permanecen hospitalizados en centros de salud públicos y privados, algunos en estado crítico, según fuentes médicas.
Entre el llanto, el dolor y la solidaridad colectiva, sin importar condición social ni económica, los espacios funerarios resultaron insuficientes para albergar a todos los dolientes que acudieron a dar el pésame a los familiares. El pueblo se unió en un solo sentir: la pérdida irreparable de sus seres queridos.
Según informes oficiales, las víctimas oriundas de Baní fueron: El empresario Luis Santana (conocido como Mello Electrofácil) y su esposa Dananllíris Feliz; el abogado Sócrates Peña Cabral; la activista social Ana Figuereo (La Tato); Yoselin Santana, Ismael Díaz Troncoso y su esposa Patricia Matos, Manuel de los Santos Díaz y la abogada Juliana Altagracia Antuña Peguero.
Ismael Díaz Troncoso era hijo del empresario homónimo, propietario de varias estaciones de expendio de gas licuado de petróleo (GLP). Por su parte, Manuel de los Santos Díaz era hijo del empresario y expresidente de la Cámara de Comercio y Producción de Baní, Ramón de los Santos.
El abogado Sócrates Peña Cabral era hijo de la reconocida profesora Yoselin Cabral. Cabe recordar que su padre, del mismo nombre, falleció en un accidente automovilístico cuando Sócrates era apenas un adolescente, hace más de dos décadas.
El Ayuntamiento Municipal de Baní, mediante resolución del Concejo de Regidores, declaró tres días de duelo municipal desde el miércoles 8 hasta este viernes 11 de abril.
Como parte de los actos conmemorativos, la mañana de este viernes se celebró una misa en la parroquia Nuestra Señora de Regla, presidida por el obispo de la Diócesis de Baní, monseñor Faustino Burgos, en memoria de las víctimas, especialmente de los fallecidos banilejos.
Autoridades civiles, empresarios, comerciantes, estudiantes, profesionales, jóvenes y representantes de diversas organizaciones de la provincia Peravia participaron en las honras fúnebres, destacando la dimensión social y humana de esta tragedia.
Al caer la tarde de este viernes, aún no había llegado a la funeraria de Boca Canasta el cuerpo del empresario Luis Santana, mientras que el de su esposa, Dananllíris Feliz, ya reposaba allí desde las primeras horas de la tarde.
El abogado Peña Cabral fue velado en el Distrito Nacional y sepultado el jueves en el cementerio Puerta del Cielo, en la provincia Santo Domingo.
Esta nueva tragedia ha reavivado en la memoria de los banilejos otros episodios dolorosos, como la muerte de una familia completa y su chofer, arrastrados por las aguas en un túnel de la avenida 27 de Febrero al regresar del aeropuerto Las Américas.
También se recuerda la muerte de tres jóvenes dentro de una discoteca de Baní, y el trágico accidente aéreo del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, en el que fallecieron decenas de banilejos que venían de regreso al país. En su honor se erigió un monumento en un residencial de la zona sur de la ciudad.
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