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Con más de treinta años de experiencia, dirige a un equipo de seis odontólogos forenses cuya labor ha sido crucial en este proceso.
Aunque fue jubilada hace solo seis meses, la vocación y el compromiso con su país hicieron que Bienvenida Altagracia Gutiérrez Minaya — conocida como “Bienva” o simplemente doctora Gutiérrez — retornara al Instituto Nacional de Patología Forense para apoyar en la identificación de las víctimas del colapso en la discoteca Jet Set.
Con más de tres décadas de experiencia, lidera un equipo de seis odontólogos forenses cuya labor ha sido clave en este proceso.
Este grupo especializado trabaja en conjunto con más de 60 médicos forenses y residentes, en jornadas intensas que buscan dar nombre y dignidad a los fallecidos.
Bienva no solo fue la primera odontóloga forense dominicana, sino que también se desempeñó como encargada del área odontológica del Instituto, marcando un hito en su campo. A sus 64 años, volvió a ponerse la bata sin dudarlo, para colaborar en medio de una emergencia nacional.
“Por decreto estoy jubilada, pero mi conciencia me dice que aún tengo un deber con mi nación”, expresó con serenidad mientras relataba cómo, en medio de días y noches de trabajo sin descanso, el equipo forense ha enfrentado una de las escenas más duras que recuerdan.
Hasta ahora, han identificado el 80 % de los cuerpos gracias a la odontología forense, una de las herramientas más eficaces cuando otras vías, como el ADN, no están disponibles.
Bienva confesó que, pese a su larga trayectoria, esta ha sido una de las experiencias más conmovedoras que ha vivido, ya que entre los cuerpos identificados había personas públicas, colegas odontólogos e incluso antiguos estudiantes suyos. El impacto emocional de esa realidad ha sido profundo, pero no ha disminuido su entrega.
Los cadáveres son trasladados a las salas forenses, donde pasan por distintos procesos, entre ellos las pericias dentales que permiten avanzar con mayor rapidez en las identificaciones.
La tragedia puso nuevamente en evidencia la importancia del trabajo que realizan estos profesionales, que muchas veces pasa desapercibido, pero que en momentos como este resulta esencial.
La odontología forense permite establecer la identidad de una persona mediante el análisis de sus características dentales, comparando registros previos con el estado post mortem.
Se utiliza con frecuencia en desastres masivos, accidentes, en casos de cuerpos calcinados o descompuestos, y cuando otras técnicas no ofrecen resultados concluyentes. También se emplean tecnologías como la tomografía computarizada y modelos tridimensionales para afinar las comparaciones.
A medida que pasan los días, el trabajo se ha vuelto más complejo. Algunos cuerpos ya presentan signos de descomposición, lo que añade dificultad a una labor que de por sí requiere precisión y sensibilidad. A pesar de esto, Bienva y su equipo han seguido firmes, movidos por la vocación y el sentido humano que exige su profesión.
En medio de la emergencia, hizo un llamado urgente a reforzar el personal. La carga emocional y física es inmensa, y el equipo ha trabajado sin descanso por más de dos días consecutivos. Aun así, no han dejado de responder con profesionalismo y entrega.
El equipo que acompaña a la doctora Gutiérrez está conformado por los doctores Greghory Bidó, Emenegildo Fan Fan, Elizabeth Ramírez, Mariel Corominas y Yajaira Ramírez, quienes, junto a ella, están escribiendo una página silenciosa pero trascendental en la historia de la odontología forense dominicana.
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