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Para el general retirado Juan Manuel Méndez, la tarea más ardua que ha tenido al frente del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), en dos décadas, es la tragedia de la discoteca Jet Set.
Firme, preciso y coherente se mantuvo desde la madrugada del martes, cuando se derrumbó el techo de la discoteca, proporcionando los detalles, mientras más de 300 brigadistas extraían cadáveres y sobrevivientes de los escombros.
Pero este jueves, fue el detonante para este hombre, quien da la cara ante las amenazas y embates de la furia de la naturaleza, trazando las líneas de acción y las cifras de afectados, al igual que en los operativos preventivos de Semana Santa; los feriados de Navidad, Año Nuevo, y religiosos como La Virgen de La Altagracia y Las Mercedes.
Hoy, al ofrecer las cifras de lo que sería el último informe preliminar de la tragedia del Jet Set, de 221 fallecidos y 189 rescatados con vida, no pudo contener las lágrimas.
“Gracias mi Dios, porque hoy concluimos la tarea más difícil que he tenido durante 20 años al frente del Centro de Operaciones. Pido disculpas porque cada vez que vemos una persona reclamar por su ser querido, por un familiar, nos llenábamos de impotencia. Saber que personas continuaban atrapadas y que aún no habíamos podido llegar a ellas. Gracias. Gracias de corazón a todas las instituciones”.
Las palabras de Méndez no solo revelan la crudeza de lo vivido en estos días, sino también la humanidad que habita en quienes lideran las operaciones en los peores momentos.
Su agradecimiento se extendió a las instituciones nacionales y delegaciones que llegaron de otros países a participar en las tareas de búsqueda y rescate, así como a los de la defensa civil que trabajaron sin descanso.
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