Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
El jengibre y la cúrcuma han encontrado un lugar en muchas cocinas, y con razón, ya que estas plantas, además de dar sabor a algunos platos, también ayudan a cuidar la salud de manera natural.
La cúrcuma, con su color amarillo intenso, es conocida por su capacidad para calmar inflamaciones. Muchas personas la usan para aliviar dolores articulares, mejorar la digestión o simplemente fortalecer el sistema inmunológico.
También se ha convertido en un aliado del sistema digestivo, ayudando a calmar la acidez y favorecer la digestión.
Te puede interesar leer: ¿Gripe y tos? recuerda los remedios de la abuela
Para obtener el máximo beneficio de la cúrcuma y que esta despliegue todo su potencial, se le puede añadir una pizca de pimienta negra. Esto va a permitir que su principal compuesto activo, la curcumina, que posee baja biodisponibilidad, al mezclarse con la piperina de la pimienta, puede aumentar su absorción hasta en un 2000 %. Se recomienda su consumo, ya sea en infusiones, batidos o sopas.
La cúrcuma es rica en antioxidantes, lo que la convierte en un refuerzo para las defensas del cuerpo. Algunas investigaciones la relacionan con la prevención del envejecimiento celular.
Te recomendamos leer: Manteca de cerdo frente a aceites vegetales: ¿Cuál es más saludable para cocinar?
En el caso del jengibre, utilizado desde hace años por la medicina oriental, se ha convertido en un remedio natural al alcance de todos.
Esta raíz es ideal para preparar infusiones, las cuales ayudan con la digestión, calman las náuseas, alivian el resfriado, es conocido por sus efectos antiinflamatorios y analgésicos, por lo que mejoran los dolores menstruales, reducen la hinchazón abdominal y favorecen la digestión, por eso se recomienda consumir después de las comidas.
En época de gripe o resfriado, el jengibre ayuda a calmar la congestión, los dolores de garganta y refuerza el sistema inmunológico.
Ambas plantas pueden combinarse y obtener muy buenos resultados. Por ejemplo, si se mezcla el jengibre y la cúrcuma con una grasa saludable, como aceite de coco, aguacate o leche vegetal, los beneficios se multiplican. La grasa ayuda a que ambos compuestos se absorban mejor en el cuerpo. Esta dupla dorada también forma parte de bebidas “golden milk” o leche dorada, una mezcla de jengibre, cúrcuma, canela, pimienta negra y leche vegetal que se ha vuelto popular en el mundo.
Agregar Comentario