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Washington.- Un niño de 4 años y otro de 7, ambos con ciudadanía estadounidense, fueron deportados con su madre a Honduras la semana pasada, según el abogado de la familia. Esto se suma a la reciente serie de ciudadanos estadounidenses en la mira de la represión migratoria de la Administración Trump.
Los niños y su madre fueron embarcados en un vuelo hacia Honduras el viernes, el mismo día que otra niña de 2 años, también ciudadana estadounidense, fue enviada a ese país junto a su madre, quien no tenía estatus legal.
Los abogados de ambas familias aseguraron que a las madres no se les dio la opción de dejar a sus hijos en Estados Unidos antes de ser deportadas. En el caso de la niña de 2 años, cuyo hermano de 11 años también fue enviado a Honduras, un juez federal de Luisiana expresó su preocupación por el hecho de que el Gobierno hubiera deportado a la menor estadounidense en contra de la voluntad de su padre, quien permaneció en el país.
Sin embargo, el zar fronterizo del Presidente Donald Trump, Tom Homan, negó que se hubiera deportado a ningún niño estadounidense. Al hablar sobre el caso de la niña de dos años en el programa “Face the Nation” de CBS el domingo, Homan afirmó que los agentes federales de migración le dieron a su madre la opción de ser deportada con o sin su hija, y que ella había salido del país con su hija por su propia voluntad.
Los niños pertenecen a dos familias diferentes que vivían en Luisiana. La madre del niño de 2 años está embarazada. El niño de 4 años padece un tipo raro de cáncer en etapa avanzada, según informaron los abogados de las familias. Dijeron que el niño no tuvo acceso a sus medicamentos ni a sus médicos mientras estuvo detenido con su hermana de 7 años y su madre.
Estas medidas ocurren en un momento en que la Administración Trump ha intensificado sus esfuerzos de control de migración y deportación masiva.
Los defensores de los derechos de los migrantes y la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles han condenado las acciones de la administración, expresando preocupación sobre el debido proceso.
“Lo que hemos visto de ICE en los últimos días es horrible e inquietante”, dijo Gracie Willis, abogada del Proyecto Nacional de Inmigración que está involucrada en el caso del niño de 2 años, refiriéndose al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
El Secretario de Estado, Marco Rubio, también defendió el domingo la agenda de migración.
“Los niños se fueron con sus madres”, dijo en el programa “Meet the Press” de la NBC.
“Esos niños son ciudadanos estadounidenses. Pueden regresar a Estados Unidos si su padre o alguien aquí quiere hacerse cargo de ellos”.