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WASHINGTON (EFE). — Mark Zuckerberg, cofundador de Facebook — ahora llamada Meta Platforms — , defendió ayer en un juzgado de Washington D.C. a su empresa en la primera jornada del juicio antimonopolio que obligaría a la compañía a deshacerse de Instagram y WhatsApp.
Gran parte de la sesión, los fiscales del caso repasaron la historia de Facebook desde su lanzamiento en 2004 y solo al final del día comenzaron a adentrarse en el meollo del caso, la adquisición primero de Instagram y posteriormente de WhatsApp.
La fiscalía considera que Facebook compró Instagram para deshacerse de un competidor cada vez más fuerte que amenazaba su dominio entre los usuarios.
Los fiscales confrontaron a Zuckerberg con correos electrónicos y mensajes que relatan el proceso que anticipó la adquisición de la aplicación móvil para compartir fotografías.
La red social quería hacerse con Instagram, indicó entonces el empresario, por el “enorme número” de personas que estaban utilizando la aplicación para compartir un creciente número de imágenes, mientras que los usuarios de Facebook solo publicaban “unas pocas fotos”.
Facebook intentó remediar el problema desarrollando su propia aplicación para compartir fotos, denominada Facebook Camera, pero el proyecto no avanzaba a la velocidad deseada.
“Estoy preocupado que estamos muy rezagados”, escribió Zuckerberg.
En otro correo, el empresario parecía sugerir la adquisición de Instagram — Facebook la compró en 2012 — para mantener la aplicación activa, pero sin desarrollos que fortalecieran su posición.
En uno de esos correos, Zuckerberg razonó que de esta forma Facebook evitaría que “todo el mundo” los odiara por acabar con Instagram y al mismo tiempo frustraría los intentos de rivales de ocupar su espacio.
Pero ante las preguntas de los fiscales, Zuckerberg alegó que Facebook no acabó congelando el desarrollo de Instagram, mientras que los abogados de Meta argumentaron que la aplicación mejoró y aumentó el número de usuarios.
Zuckerberg también explicó que el núcleo de Facebook cambió con el paso del tiempo y dejó de conectar amigos o familias, como fue al principio, para convertirse en un “motor de descubrimiento” de lo que pasa en el mundo.
Antes de la declaración de Zuckerberg, los abogados de su compañía explicaron que Meta no es un monopolio, entre otras razones porque las adquisiciones de Meta fueron a favor de la competencia y produjeron “eficiencias extraordinarias” tanto en Instagram como en WhatsApp.
Se espera que Zuckerberg comparezca de nuevo en el juzgado hoy martes para continuar con su testimonio, que debería centrarse en las compras de estas dos aplicaciones.
Facebook compró Instagram el 9 de abril de 2012 y en febrero de 2014 adquirió WhatsApp.
Por Instagram pagó 1.000 millones de dólares, y por WhatsApp, 4.000 millones en efectivo y unos 12.000 millones en acciones de Facebook.