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Al hablar de su entusiasmo por estar finalmente sano para el comienzo de la postemporada, el ala-pívot de los Milwaukee Bucks, Giannis Antetokounmpo, se compara con cierta estrella del cine de acción.
“Amo jugar en situaciones, ¿cómo decirlo?, de mucha tensión y estrés”, comentó Antetokounmpo esta semana mientras los Bucks se preparan para abrir los playoffs el sábado en Indiana. “Soy como Tom Cruise. ¿Alguna vez han visto sus películas, esas donde hace todas las acrobacias? Pienso que le da un subidón de adrenalina. Me encanta volver a estar ahí”.
Después de perderse toda la postemporada de Milwaukee el año pasado y parte del anterior (con su ausencia generando eliminaciones consecutivas en la primera ronda), Antetokounmpo está de vuelta para liderar a los Bucks mientras busca su segundo campeonato.
Si bien no es una misión imposible, ciertamente suena complicado.
Se prevé que los Bucks comiencen los playoffs sin Damian Lillard, siete veces All-NBA, quien ha estado de baja el último mes por una trombosis venosa profunda en la pantorrilla derecha. Los Bucks ocupan el quinto puesto en la Conferencia Este, su peor posición en playoffs desde 2018. BetMGM Sportsbook les da a los Bucks solo un 37% de probabilidad de superar su serie de primera ronda contra los Pacers, cuartos preclasificados.
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Sin embargo, los Bucks creen que pueden competir con cualquiera mientras Antetokounmpo esté disponible. Recuerdan lo mucho que se sintió la falta del dos veces MVP el año pasado en su
derrota en la serie por 4-2 ante Indiana.
“Seamos honestos”, dijo el entrenador de los Bucks, Doc Rivers. “Quitar al mejor jugador de cada equipo les perjudica. Quitar a uno de los mejores jugadores de nuestra generación de tu equipo te va a destrozar. Es genial tenerlo en la cancha”.
Antetokounmpo, de 30 años, se perdió la serie contra Indiana del año pasado después de sufrir una distensión en la pantorrilla izquierda en el partido 79 de la temporada regular. Un año antes, se lesionó la zona lumbar en el primer cuarto del primer partido de playoffs de Milwaukee contra Miami y no regresó a la acción hasta el cuarto partido de una serie que los Bucks, primeros cabezas de serie, terminaron perdiendo 4-1.
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