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Juan Lora de León, vástago del coronel combatiente Juan María Lora Fernández, aún rememora con orgullo cómo su progenitor fue proclamado héroe nacional y fue designado jefe del Estado Mayor del Ejército Constitucionalista gracias a la Ley 159-09, promulgada en 2009.
En sus manos, mientras relataba el conmovedor momento, exhibía la declaración que mostró ante un público presente ayer en el Museo Nacional de Historia y Geografía (MNHG), donde pronunció la conferencia “Coronel Lora Fernández entre diciembre de 1964 y abril de 1965”, en memoria del 60 aniversario de la Guerra de Abril.
Entre anécdotas, narró cómo su padre participó en todas las luchas para restaurar la democracia en el país, sucumbiendo ante las balas de la cobardía y la traición infame en abril de 1965, muriendo en defensa de sus ideales.
El primogénito y sus hermanos, Juan Manuel, Dulce, Dhania y Yolanda, eran muy pequeños cuando ocurrió la tragedia, pero a pesar de su infancia, con voz entrecortada, prometió en el féretro de su padre cuidar de su madre y hermanos.
En el encuentro hizo un repaso histórico de los acontecimientos que precedieron a la Guerra de Abril, destacando la labor de su padre y la importancia de mantener viva su memoria.
También se exhibió un extracto del documental “Coronel Lora Fernández. El Titán de Abril, 1965”, realizado por Emilio Herasme Peña y producido por Juan Lora de León, ganador de Premios Casandra 2008.
Hoy se cumplen 60 años del inicio de la revolución, un evento que marcó la historia de República Dominicana y el 19 de diciembre de 1965, seis décadas de la muerte en combate de Juan María Lora Fernández, al enfrentarse a las tropas invasoras norteamericanas y de las Fuerzas Armadas, durante la Batalla del Hotel Matum, en Santiago.
El suceso completó el ciclo histórico de su participación en la revolución constitucionalista y el último capítulo de la gesta. Junto a su ayudante, el sargento Domingo Antonio Peña, fue emboscado y acribillado, al responder a los ataques. Cayó abatido en el segundo piso.