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“Sentí que el tiempo se paró ahí”, relató. “Fue muy impactante, tenía a una persona llorando detrás de mí, algo la tenía pegada a la pared y lloraba de dolor; tenía a otra persona bajo los escombros tocando mi pierna; había una señora frente a mi herida”.
Con una profunda tristeza que le quiebra las palabras al articularlas, Jenniffer Tavera, de 24 años, víctima del derrumbe del techo del Jet Set Club, contó para este diario el momento “más difícil de su vida”.
Todo comenzó con la invitación de un amigo a la discoteca el pasado lunes 7 de abril para disfrutar del repertorio de canciones que interpretaría el merenguero Rubby Pérez.
Como una noche tranquila, entre baile y buena música disfrutaban más de 500 personas en la discoteca, cuando pasadas las 12:00 de la medianoche del martes se escuchó un estruendo y enseguida solo quedó oscuridad y gritos. Se había desplomado el techo de la emblemática discoteca Jet Set.
“¡Lo peor que he vivido! Yo nunca perdí la conciencia”, expresó Tavera mientras relataba que seguía con vida gracias al lugar que ocupaba al momento del desastre, que estaba en una pared lateral al instante del colapso, quedando descubierta de la cintura hacia arriba.
“Mis piernas estuvieron bajo dos rocas pesadas, súper grandes, pesadas. Sentía mucha presión, pero de mi pierna derecha gracias a Dios yo siempre movía los dedos y los sentía; pero mi pierna izquierda no. Sentía mucho miedo porque creí que la iba a perder”, expresó.
Aunque Jenniffer no recuerda el tiempo que pasó entre los escombros, sí recuerda con claridad todo lo vivido aquella madrugada antes de que los rescatistas fueran en su ayuda.
“Sentí que el tiempo se detuvo ahí”, dijo. “Fue muy impactante, tenía a una persona detrás llorando que algo la tenía contra la pared y lloraba de dolor; tenía a otra persona debajo de los escombros tocando mi pierna; había una señora frente a mi herida”.
Yennifer y su compañero fueron de las pocas personas que sobrevivieron al desastre que cobró la vida de 232 personas esa madrugada. El amigo de Yenniffer, quien también fue afectado en sus extremidades inferiores, está ingresado en el Hospital Traumatológico Dr. Ney Arias Lora, y permanece en franca mejoría, según indicó el Servicio Nacional de Salud (SNS).
“La persona con quien andaba lloraba de dolor. Él decía que se iba a morir. Además de eso, ver cuerpos, personas muertas que había visto bailando, felices, de repente habían perdido la vida”, continuaba relatando Tavera.
“Todo ocurrió muy rápido, él señala hacia el techo y yo veía que estaba soltando polvo y goteaba agua y, en ese mismo instante se desplomó todo”, añadió.
Yenniffer Tavera, a casi quince días de la tragedia, continúa ingresada en la sala de cirugía plástica del Hospital Docente Dr. Salvador Gautier, a la espera de una evaluación médica para ser sometida a un injerto de piel en una de sus extremidades inferiores.
Este miércoles fueron emitidas las primeras declaraciones del empresario Antonio Espaillat, propietario de la discoteca Jet Set, en una entrevista realizada por la periodista Edith Febles, en el programa televisivo El Día, transmitido por Telesistema canal 11.
Espaillat manifestó en la entrevista que nunca hubo una inspección estatal al Jet Set y que la edificación presentaba filtraciones desde que fue adquirida en los años 80, lugar donde colapsó el techo la madrugada del 8 de abril.
El empresario relató que en la azotea había seis unidades de aire acondicionado y tres tinacos para abastecer de agua a los baños y al área de cocina, mientras que la planta eléctrica estaba ubicada en un cuarto adyacente al edificio.
Sobre el estado del techo, el empresario indicó que se estaban realizando reparaciones en plafones de yeso, que constantemente se caían. Sin embargo, dijo no tener indicios previos que le hicieran prever una tragedia de tal magnitud. Aseguró que desconocía las causas exactas del derrumbe y manifestó su deseo de que la investigación de las autoridades aclare lo sucedido.
La tragedia de la discoteca Jet Set sucedió la madrugada del 8 de abril de 2025, cuando el techo del establecimiento se vino abajo mientras se realizaba una fiesta amenizada por el merenguero Rubby Pérez. Este desplome dejó un saldo de 232 fallecidos confirmados, según informaron las autoridades dominicanas.
Entre las víctimas mortales se encontraba el propio Rubby Pérez, y la gobernadora de Monte Cristi, Nelsy Cruz, quien también falleció tras resultar gravemente herida en el colapso. Además, alrededor de 189 personas fueron rescatadas con vida, aunque varias permanecen hospitalizadas con pronóstico reservado.
Las autoridades iniciaron una investigación formal para determinar las causas del colapso, a cargo de la Dirección General de Persecución y la Fiscalía del Distrito Nacional bajo supervisión de la Procuraduría General de la República. Se espera que la investigación forense tarde unos tres meses. Familiares de las víctimas, como Zulinka Pérez, hija de Rubby Pérez, han expresado su intención de demandar a los dueños de la discoteca.
A la fecha se han presentado al menos cuatro querellas formales por parte de familiares de las víctimas mortales del colapso.
Entre ellas, la de Cynthia Mercedes Nadal Porro, madre de Catherine Marie Najri Nadal. La demanda solicita prisión preventiva, además de una compensación de 300 millones de pesos por daños y perjuicios.
Las querellas también señalan al Estado dominicano y a la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN) por presunta negligencia institucional en la supervisión de la infraestructura.
La zona del siniestro se encuentra adornada de flores, fotografías de las víctimas, velones, carteles, aparentes grietas en parte de la infraestructura que permanece en pie y; custodiada por al menos ocho policías ubicados en la entrada de lo que fue el Jet Set Club junto a una cinta amarilla que cerca el lugar e indica la prohibición del paso.
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