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NUEVA YORK (AP) — Una jueza neoyorquina frenó temporalmente el plan de la alcaldía de permitir a agentes federales de inmigración operar en el recinto penitenciario de Rikers Island, a la espera de una audiencia que tendrá lugar esta semana.
En una orden escrita el lunes, la jueza Mary Rosado prohibió a la ciudad “llevar a cabo cualquier acción para negociar, firmar o poner en marcha cualquier Memorando de Entendimiento con el gobierno federal” antes de la audiencia del 25 de abril, que tratará la demanda contra el plan.
Esa audiencia se centrará en una demanda presentada la semana pasada por el concejo municipal de Nueva York contra el alcalde Eric Adams, con el objetivo de bloquear su reciente orden ejecutiva que permitiría la presencia en Rikers Island del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
La demanda acusa a Adams, demócrata, de haber hecho un “acuerdo corrupto de toma y daca” con la administración Trump a cambio de que el Departamento de Justicia retirase los cargos penales en su contra.
Adams ha negado reiteradamente haber pactado nada con la administración en relación con el caso penal. Ha declarado que la presencia de ICE y otras agencias federales dentro del recinto penitenciario les permitirá ayudar en investigaciones relacionadas con bandas y drogas, pero que no intervendrán en la aplicación de las leyes migratorias.
Un portavoz de Adams comunicó que la ciudad no pondrá en marcha ningún acuerdo con la administración Trump antes de la audiencia.
Adams anunció con anterioridad que delegaría en su primer vicealcalde, Randy Mastro, la responsabilidad de gestionar todas las decisiones sobre el regreso de ICE a Rikers Island para “asegurar que no exista ni siquiera la apariencia de conflicto”.
Mastro señaló la semana pasada que las conversaciones con el gobierno federal sobre el plan estaban en curso.
Los agentes de ICE ya tenían presencia en la instalación de Rikers Island, ubicada en una isla de difícil acceso en el East River. Sin embargo, se les impidió operar allí efectivamente en 2014, en virtud de las leyes de santuario de la ciudad de Nueva York, que restringen la cooperación con las autoridades federales en asuntos migratorios.
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Esta noticia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
