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Moscú. Un coche bomba acabó con la vida del teniente general Yaroslav Moskalik, subjefe de la dirección general operativa del Estado Mayor del ejército ruso, al salir de su domicilio, según comunicó el Comité de Instrucción de Rusia (CIR), encargado de investigar lo que todo apunta a un atentado.
Moskalik -junto con el también teniente general Igor Kirilov, jefe de las tropas de defensa química, radiactiva y biológica del ejército ruso, fallecido en diciembre previo tras la explosión de un artefacto en un patinete eléctrico junto a la entrada del edificio donde vivía, es el militar de más alto rango asesinado en la retaguardia, en territorio ruso, desde el inicio de la operación militar especial en Ucrania.
Los hechos ocurrieron en Balashija, una de las ciudades dormitorio en las afueras de la capital rusa, a las 10:40 de la mañana de este viernes, y un video del momento exacto de la detonación incluso circula en la red rusa.
De acuerdo con los datos disponibles, explotó una bomba con metralla, estimó el CIR, que abrió una investigación en virtud del artículo 105, parte 1 222, del Código Penal ruso (asesinato con explosivos).
Los investigadores no descartan otras hipótesis, como la posible explosión de un tanque de gas en el maletero de un automóvil Volkswagen Polo, estacionado cerca de la entrada del edificio donde, según información de Baza, canal de noticias en Telegram, residía Moskalik.
Al cierre de esta edición no hay información oficial sobre los sospechosos de haber cometido el atentado, pero todo indica que el CIR, como en ocasiones anteriores que tuvieron como víctima a militares rusos, responsabilizará del mismo al servicio secreto ucraniano, que, por otro lado, no reivindica -o tarda en hacerlo- lo que suele llamar acciones encubiertas para eliminar al enemigo.
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