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Santiago de Compostela, 15 abr (EFE).- Una docena de colectivos y sindicatos exigen a la Xunta y al Parlamento de Galicia extender la moratoria actual para detener, sin fecha límite, la expansión del eucalipto.
Las asociaciones, entre ellas la ecologista Adega, mancomunidades de montes y los sindicatos CIG y el agrario SLG, piden que la moratoria, aprobada por la Xunta a mediados de 2021 y que finaliza este año, se alargue con “carácter indefinido”.
Argumentan que el eucalipto es una especie invasora que supone una amenaza ambiental y a la diversidad forestal, además de representar un riesgo para las tierras de cultivo y montes vecinales, y por constituir un peligro en caso de incendios forestales debido a su facilidad para propagar el fuego.
Los últimos datos del inventario forestal de la Xunta elaborados por equipos de las universidades de Santiago de Compostela y de Vigo estiman que Galicia tiene 413.086 hectáreas ocupadas por eucaliptos -además de 428.960 de coníferas y 634.847 de frondosas caducifolias- de un total de casi 1,5 millones de hectáreas arboladas, que es igual a la mitad de la superficie del territorio gallego.
Los representantes de dichas asociaciones presentaron la iniciativa en una rueda de prensa en la que comunicaron su intención de solicitar a la Xunta medidas para frenar la expansión del eucalipto y denunciaron el reciente rechazo del PPdeG a una iniciativa parlamentaria a favor de prolongar hasta 2030 la moratoria vigente que prohíbe nuevas plantaciones para disminuir esa especie.
Un portavoz de Adega, Fins Eirexas, señaló en la rueda de prensa que la moratoria ha sido un “absoluto fracaso” y opinó que “no sirvió prácticamente para nada”, debido a que el PPdeG, que tiene mayoría absoluta en el Parlamento autonómico y gobierna en la Xunta, “no tenía intención de aplicarla” y quería “no cumplirla”.
Añadió que las políticas de la Xunta han favorecido un “caos” en el sector y a pesar de los “intentos de maquillar la incompetencia” han contribuido a atraer proyectos como el de la empresa portuguesa Altri, que aspira a construir una fábrica para transformar árboles de eucalipto en pasta de celulosa y fibra textil, una iniciativa que ha recibido gran rechazo social.
En opinión del representante de Adega, las restricciones de las autoridades de Portugal tras la ola de incendios en 2017 que arrasó extensas áreas de eucaliptos y viviendas, dejando más de sesenta fallecidos, las empresas lusas optaron por Galicia por considerarlo un “territorio comanche” susceptible de conquistar.
El secretario general de CIG, Paulo Carril, advirtió de que ese sindicato gallego presentó hace años un decálogo de reclamaciones alertando de que la proliferación de eucaliptos “propiciaba la desaparición de montes vecinales”, favorecía a la “industrial colonial” y “potenciaba los incendios forestales”, y proponía medidas de reconversión hacia la producción de “madera de calidad”.
Por su parte, representantes de los sindicatos agrarios SLG y Fruga consideraron que las políticas de la Xunta están facilitando la expansión de eucaliptos en perjuicio de la superficie agraria útil, y que son susceptibles de contribuir a la proliferación de incendios forestales. EFE
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