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NUEVA YORK.- El congresista Adriano Espaillat podría ser inhabilitado por 10 años para ocupar puestos de liderazgo dentro del Partido Demócrata o ser expulsado de la organización, además de recibir una reprimenda pública.
El partido también podría crear nuevos distritos para “diluir” sus influencias políticas en el Estado.
El congresista enfrenta estas acciones después de que el comité de ética del partido concluyera que Espaillat y aliados políticos cometieron irregularidades eligiendo a quien ocuparía la segunda posición de importancia en la organización.
Espaillat aseguró que todas las opciones que se plantearán en la reunión son absolutamente inconstitucionales. “Esto es una posición de liderazgo dentro del Partido, nada tiene que ver con mi posición como congresista, sigo siendo demócrata, puedo elegir o ser elegido. El derecho de un voto por cada persona es sagrado, yo diría que es realmente la columna vertebral de los Derechos Civiles. Si se fragmenta ese derecho, se estarían violando los derechos constitucionales de los electores”, dijo Espaillat al Listín Diario.
Para imponer alguna de esas tres sanciones, la dirección del Partido Demócrata de Manhattan necesita el apoyo de las dos terceras partes de sus miembros. Es difícil que lo obtengan, entre otras cosas, porque desde ya se califican como opciones “inconstitucionales”.
“Cualquier intento de violar ese concepto, va a fracasar, ningún tribunal lo apoyaría, ellos mismos saben que sus tres recomendaciones son inconstitucionales”, dijo Espaillat.
Lo peor que le puede ocurrir al Partido Demócrata, en este momento, es una división interna cuando deben hacer frente al presidente Donald Trump de manera unitaria.
Además de Espaillat, el comité de ética también señala al asambleísta Manny de los Santos, a María Morillo, y Mariel de la Cruz, por “intimidar votantes, ocultar resultados electorales y otras irregularidades”.
El comité se pasó el año 2024 investigando la situación y concluyeron con un reciente informe, en el que presentan tres posibles sanciones contra Espaillat y sus aliados.
El presidente del Partido Demócrata en el Condado de Manhattan, Keith Wright, mantiene fuertes rivalidades con Espaillat, al igual que otros líderes afroamericanos de Harlem, desde que el dominicano ganó el escaño congresual.
En el pasado, Espaillat solicitó que Wright abandonara la presidencia del Partido, o su posición como cabildero, (lobby) porque tiene un serio conflicto de intereses. Él mismo también se ha quejado antes, de que mientras Wright encabeza el Partido, ningún juez latino ha sido electo.
Asociaciones de Abogados Dominicanos, Puertorriqueños y Asiáticos se han quejado de que no se han designado jueces de ninguna de esas minorías en los últimos 12 años.
“Esto es un intento de golpear nuestra comunidad, de reducir su poder político, pero no pasarán, eso lo garantizo”, puntualizó Espaillat.
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