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¿Quién tendrá la razón, Max Verstappen o Lando Norris? Está claro que siempre hay un juego psicológico de por medio, un poco de “teatro” y tratar de poner la presión en el bando contrario. Pero el neerlandés no para de proclamar que McLaren tiene el mejor coche y, por mucho.
En la otra esquina, el inglés recoge el guante y se defiende. Tanto, que hasta retó al tetracampeón a subirse al MCL39 para que vea que se equivoca. Puros fuegos de artificio, por cierto. Mientras, en el inicio del GP de Baréin, cuarta fecha de Fórmula 1, Oscar Piastri fue el más rápido del viernes, liderando el 1-2 de… McLaren. ¿Entonces?
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Verstappen viene de ganar en la aburrida carrera de Japón, luego de conseguir una vuelta de clasificación descomunal que le permitió ponerse primero y mantenerse ahí hasta la bandera a cuadros. Sin embargo, el campeón considera que, prácticamente, ese éxito fue un oasis en el desierto. El neerlandés asegura que el Red Bull castiga mucho los neumáticos en condiciones de calor, algo que McLaren no sufre. Por eso, antes de Sakhir, puso la pelota en el campo de McLaren.
“Aquí va a hacer calor. Corremos de noche, así que se enfriará un poco, pero sigue haciendo calor, con un asfalto agresivo. Sobre el papel, por lo que hemos visto esta temporada, no es lo ideal para nosotros en comparación con McLaren”, avisó Max. Ojo, el monarca puede apoyarse en los números del viernes, porque fue séptimo, a 825 milésimas de Piastri. Pero todos saben que Max trabaja con su coche a medida que avanzan las sesiones y que, cuando llega la clasificación y hay que darlo todo, sale con esas vueltas de antología. El dato de Sakhir es que solo tuvo un entrenamiento para probar su RB21, porque tuvo que cederle el puesto a Ayumu Iwasa para que los de Milton Keynes cumplieran con el primero de los cuatro FP1 de novatos.
Max fue más allá en el duelo con Norris y, en declaraciones a Viaplay, soltó: “Estoy muy contento con lo que estoy haciendo hasta ahora. Pero no sé qué pasaría si estuviera en otro coche. ¿McLaren? Sí, ya no me verían más”. ¡Vaya! Eso cayó como una bomba en el garaje de Woking.
¿Qué respondió el amigo Lando? Lanzó un desafío. Así, sin más. No hubo guante como en los duelos de antaño, aunque le podría haber lanzado un volante. “No me importa, que diga lo que quiera”, dijo el piloto de McLaren. “La verdad es que me da igual. Cada uno puede decir lo que quiera y creer lo que quiera. Tengo mucho respeto por Max, pero también sé que algunas cosas no son ciertas. Me encantaría que pudiera venir a probar nuestro coche cualquier día que quiera, y me emocionaría ver la decepción en su cara al salir”.
Este duelo mantiene encendido el GP de Baréin. Porque, si bien solo son los entrenamientos y falta ver al verdadero Verstappen, lo demostrado el viernes asusta. Aunque el tiempo de Piastri (1m30s505) no superó el de la pole 2024 de Max (1m29s708), la diferencia que sacaron los McLaren es enorme. George Russell, el mejor del resto este año, se metió con su Mercedes en tercer lugar, a 527 milésimas de Piastri. Un mundo de distancia. Charles Leclerc (no giró en la primera tanda) fue cuarto, a 540. Lewis Hamilton podría haber estado por delante del monegasco si no se equivocaba en la vuelta rápida con el neumático blando nuevo. El heptacampeón se salió en la última curva y quedó octavo, a 1s071. En el medio, y siempre en silencio, apareció de nuevo Isack Hadjar en sexto lugar con el Racing Bulls, el mejor coche del viernes en la familia de las bebidas energéticas. Los otros: Liam Lawson fue 12º y Yuki Tsunoda… Ay, Yuki, 18º, a 1s5 de Piastri.
Basta, fin del día. A dormir y a prepararse para el sábado, para la clasificación, para el momento que hace una semana definió el GP de Japón. ¿Quién tendrá razón, Max o Lando?
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