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Aclaramos que el arancel del 10% continúa vigente para la República Dominicana. La opinión de los economistas más influyentes sobre los aranceles presenta diversas perspectivas. Aquí resumimos dichas opiniones:
Paul Krugman (Premio Nobel de Economía, 2008). Argumenta que los aranceles de Trump son ineficaces y perjudiciales para los consumidores estadounidenses, elevando los precios de productos importados (como el acero y el aluminio) y afectando a industrias locales que dependen de esos insumos.
Cree que la política comercial de Trump es más política que económica: busca mostrarse firme frente a China, más que resolver problemas estructurales.
Joseph Stiglitz (Premio Nobel de Economía, 2001). También reconoce que hay problemas legítimos con la política comercial china. Afirma que los aranceles no son la herramienta adecuada para abordar temas complejos como el robo de propiedad intelectual o las subvenciones estatales en China.
En su opinión, se necesitaba una estrategia multilateral, en lugar de una guerra comercial unilateral.
Tyler Cowen (economista conservador). Más moderado en su crítica, considera que los aranceles siempre han sido dañinos para el comercio y la economía, pero comprende el intento de presionar a China por su comportamiento desleal en el comercio global. Aún así, afirma que los costos para la economía en general superan los beneficios.
Estudios de la Universidad de Chicago, el Peterson Institute y la Reserva Federal han demostrado que los aranceles incrementarán los precios al consumidor y no lograrán repatriar significativamente empleos manufactureros. Además, provocarán represalias de otros países, especialmente China, perjudicando a los exportadores agrícolas.
Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase considera que los aranceles pueden ser beneficiosos si se aplican estratégicamente, priorizando la seguridad nacional incluso a costa de cierta inflación.
Howard Lutnick, secretario de Comercio de EE. UU., defiende las políticas arancelarias de Trump, afirmando que valen la pena incluso si conducen a una recesión, ya que generan ingresos, crecimiento y promueven la construcción de fábricas en el país.
Asimismo, algunos líderes empresariales han respaldado el uso de aranceles como herramienta de negociación, reconociendo los riesgos asociados, pero valorando su potencial en ciertas circunstancias.
Mi opinión personal es que la estrategia de Trump se reduce a golpear a China, que es la principal preocupación de Estados Unidos, aunque eso impactará el crecimiento y los precios internos, lo cual tratará de compensar con una reducción de impuestos. Esto disparará la deuda pública, hundirá el mercado de valores y la depreciación del dólar, y elevará el rendimiento de los bonos del tesoro, poniendo en peligro el sistema financiero.
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