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Santo Domingo.- Lo que prometía ser una noche festiva se convirtió en tragedia. El expelotero de las Estrellas Orientales, Tony Blanco, y su compañera sentimental, Nelfy Sánchez, fallecieron la madrugada del lunes después del derrumbe del techo en la conocida discoteca Jet Set.
Según contó Franklin Blanco, hermano del exjugador, Tony fue al sitio para festejar el cumpleaños de Nelfy, sin sospechar que sería su última noche.
Ambos dejaron en la orfandad a un bebé de escasos cuatro meses, sumiendo a su familia en un dolor irreparable.
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El cadáver de Tony Blanco fue llevado primeramente al polideportivo de Los Bajos de Haina, y después fue trasladado a la funeraria Blandino, en la avenida Abraham Lincoln, para la despedida final.
Tony Blanco Cabrera, de 45 años, nativo de San Juan de la Maguana, fue un sobresaliente jugador de béisbol profesional. En la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana resaltó con las Estrellas Orientales, jugando como primera base y jardinero.
En las Grandes Ligas, jugó brevemente en la temporada 2005 con los Nacionales de Washington, participando en 56 juegos, dejando muestra de disciplina y entrega.
Hoy, el deporte y el país lamentan su partida, en medio de una de las tragedias más dolorosas que ha sufrido la sociedad dominicana recientemente.
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