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Todo llega a su fin, todo concluye. Y en el tenis femenino se cumple la célebre frase de la banda musical Vox Dei. Es que en nueve días, cuando se actualice el ranking, ocurrirá algo sin precedentes en tres décadas. Después de 30 años seguidos, y por la veloz caída de Victoria Azarenka en el Madrid Open, no habrá una tenista nacida en los años 80 dentro del top 50 de la clasificación. La bielorrusa de 35 años, dos veces ganadora del Abierto de Australia y finalista del US Open en tres ocasiones, perdió en su debut en el polvo de ladrillo madrileño ante la serbia Olga Danilovic (34ª) por 6-4 y 6-2 en 1h30m, despidiéndose del torneo que otorga 1000 puntos a la campeona. Y como no está inscrita en ningún otro evento para la semana próxima, está confirmado que la europea caerá -como mínimo- cinco posiciones, del 48 al 53. En el top 100, solo quedan tres jugadoras de esa generación que dominó el circuito por años. Además de Vika, están las alemanas Tatjana Maria (81ª; 37 años) y Laura Siegemund (97ª; 37).
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