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Una historia de esperanza y apoyo mutuo

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En la modesta comunidad de Los Coquitos, en Guerra, Santo Domingo Este, la vida de Petronila Fuente Astacio y su familia dio un giro inesperado.

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En la modesta comunidad de Los Coquitos, en Guerra, Santo Domingo Este, la vida de Petronila Fuente Astacio y su familia dio un giro inesperado. Madre de siete hijos, Petronila sufrió la pérdida total de su casa el 3 de enero de este año, debido a un incendio originado por un cortocircuito. En medio de la tristeza, la comunidad y la fe fueron su mayor apoyo.

La tragedia motivó a Petronila a grabar un video mostrando la desolación de su hogar, que compartió en redes sociales. Este conmovedor gesto atrajo la atención de donantes anónimos, quienes contactaron al pastor Ángel Castillo, líder de la Iglesia Fundamento Bíblico y la Fundación Ayúdame a Otros (AYO), y el resto es historia.

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Gracias al esfuerzo conjunto de donantes y las entidades IFB y Fundación AYO, en solo dos meses se construyó una nueva casa para la familia Fuente, equipada con muebles y alimentos esenciales. “Le doy gracias a Dios primero y luego al público”, expresó Petronila, muy agradecida por el cambio en su vida.

¿Cómo era tu vida antes de que te construyeran la casa? “Bueno, mi casa era de dos habitaciones, muy humilde y económicamente no estábamos tan bien. Después del incendio que destruyó todo, se me ocurrió grabar un video del estado de la casa y subirlo a las redes sociales, y esto ayudó a que sucediera el milagro”, destacó Petronila.

En la sencilla entrega, el pastor Castillo enfatizó que esta acción ofrece una solución física, pero también espiritual. Dijo que la congregación cristiana que lidera junto a su equipo pastoral y la fundación son instrumentos en las manos de Dios, motivados a actuar con la ayuda de entidades cristianas donantes.

Ante familiares, donantes y colaboradores de la entidad, Ángel Castillo compartió planes futuros para la comunidad, incluyendo la construcción de una iglesia evangélica para dar consejería espiritual a muchas familias del lugar y brindar ayuda material como forma de predicar el evangelio a través de las buenas obras.

El sábado 5 de abril, Petronila, su esposo Nelson y sus siete hijos recibieron la casa de parte de la Fundación AYO y los donantes, que prefirieron no ser identificados.

La vivienda, valorada en un millón doscientos mil pesos dominicanos, tiene 117 metros de construcción, distribuidos en tres habitaciones, un baño, sala-comedor, y una cocina equipada con alimentos, gracias a los aportes de una cadena de supermercados del país, que colabora con el ministerio pastoral desde hace más de 10 años.

La historia de Petronila, Nelson y sus siete hijos es un ejemplo de resiliencia ante la adversidad y de cómo la fe y la solidaridad pueden transformar vidas. Hoy, su nueva casa es un símbolo de esperanza y renovación que inspira a toda la comunidad de Los Coquitos.

Con cada ladrillo, se construyó un hogar, pero también una base para futuros sueños y la convicción de que el amor y la ayuda mutua pueden superar las pruebas más difíciles.

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