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El tres de mayo de este 2025 finalizó un proceso electoral deportivo que solo sirvió para aumentar la decepción y el escepticismo que carcome a una parte de la sociedad dominicana, debido a la persistencia de muchos dirigentes en aferrarse, de forma indefinida, al mando de las entidades federativas.
Fue la reelección lograda por Ramón Alexis García en la presidencia de la Federación Dominicana de Voleibol, luego de 30 años en el puesto y de haber dicho hace cuatro años que sería su último período.
Tal promesa incumplida y argumentos vanos que utilizó con el objetivo de cerrar el paso a una propuesta renovadora como la de Ángel Rivas -quien viene desde las raíces mismas del voleibol, como es el Club Bameso- es lo que ha incrementado la irritación de muchos entre quienes conviven con los asuntos deportivos de carácter olímpico del país, que no entienden cómo no hay una legislación que evite que una persona se “perpetúe” como “dueño” de una federación deportiva nacional.
Hace cuatro años (2021), sin rival que le disputara la presidencia, el amigo Alexis argumentó, entre otros puntos, el supuesto peligro de la “división en el voleibol” y que se postularía por una última vez.
Ahora, cuatro años después, ¡increíble!, García apeló a una excusa similar, de lo más simple, que a todas luces no tiene otro objetivo que el de repeler las intenciones presidenciales de Rivas y que hiciera un relanzamiento de una Fedovoli que parece estancada.
En su propia evaluación, Alexis García le adjudica a su gestión de 30 años logros que no le corresponden, como los éxitos internacionales de las “Reinas del Caribe”, como se conoce a la selección femenina mayor.
Todo el mundo sabe que lo alcanzado por la selección élite, así como por las categorías inferiores incluida la Sub-23, se debe única y exclusivamente al “Proyecto de Selecciones Nacionales de Voleibol Femenino”, del cual el gran gerente Cristóbal Marte ha sido y es, “ley, batuta y constitución”, que de la Fedovoli solo necesita aval para convertir un equipo en la representación nacional. Nadie en su sano juicio lo va a negar.
Visto lo que acontece desde hace años en el voleibol a nivel nacional, todo parece indicar que Alexis García se sitúa del lado de aquellos que han impedido que se estableciera la Liga de Voleibol Superior (LVS), que precisamente presidía Ángel Rivas, además de su condición de presidente de la Asociación del Distrito Nacional.
Esta Liga que se extendió por tres años con una competición entre cuatro equipos femeninos, el último también en masculino, y que logró bastante éxito competitivo y buena acogida del público en el Palacio Gioriber Arias de la capital, sucumbió ante la influencia “silenciosa” ejercida por fuerzas del ‘statu quo’.
Seguramente, en tales fuerzas se amparó Alexis para lograr una continuidad sin objetivos, especialmente para cerrar el paso a una nueva cabeza del voleibol nacional, que parece necesaria ante un modelo agotado.
Créanme, que escribir estas líneas nos ha resultado tan doloroso como un dolor renal, dado el trato amigable que por décadas nos hemos brindado, sobre todo, por la relación familiar de Alexis con una maestra emblemática de la Cruz de Cenoví, en la Provincia Duarte, doña Keka Reyes, quien goza de nuestro afecto y el de todos en ese entorno.
Para finalizar, nos quedamos con una frase expuesta la semana pasada en un programa radial por una “ex Reina del Caribe”, en referencia a la reelección de Alexis García, algo así como: “ojalá que en estos cuatro años haga lo que no hizo en 30”.
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