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A sus 58 años, Benicio del Toro se revela más sereno que nunca, saborea cada proyecto y no se fija metas específicas, ni en lo profesional ni en lo personal.
Ha cumplido anhelos que ni imaginaba, como ser padre, y asegura que al pasar los 50 empezó a ver la vida de forma distinta. “Ahora solo vivo al día y no sé cómo afrontar la vida, solo tengo fe y esperanza”, declaró el actor puertorriqueño en un encuentro con un reducido grupo de medios, incluyendo EFE, durante la presentación en el Festival de Cannes de ‘The Phoenician Scheme’, de Wes Anderson, que se estrena esta semana a nivel mundial.
En la película que protagoniza junto a Mia Threapleton -hija de Kate Winslet- Del Toro encarna a Zsa-Zsa Korda, un magnate que se enfrenta a la ruina mientras intenta recuperar a su hija, una monja a la que apenas conoce, en una historia tan estética y llena de humor como suelen ser los filmes de Anderson. “Nunca pensé en interpretar a un magnate con problemas con una hija.
Yo tengo una hija, algo con lo que todos sueñan, y yo nunca lo pensé, pero ocurrió”, dijo el actor en referencia a Delilah, su hija de 13 años, fruto de su relación con Kimberly Stewart, hija del cantante Rod Stewart. Reflexionaba así sobre el hecho de que hay papeles que todos los actores buscan de alguna manera.
Cine
— La cinta
En ‘The Phoenician Scheme’ están presentes todas las características habituales del cine de Anderson. Una estética cuidada al máximo detalle, tanto en los decorados como en el vestuario, y el humor surrealista que atraviesa sus historias.
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