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Saludamos la presentación de credenciales del embajador haitiano, Emmanuel Fritz, diplomático de carrera, exministro de Relaciones Exteriores (1995-2001), exsecretario general de la Presidencia (2006-2011) y exrepresentante ante la ONU.
Sus credenciales y declaraciones son motivo de alegría. Haití respeta la soberanía dominicana, y al presidente Abinader le interesa “contribuir con el restablecimiento de la normalidad en Haití”.
Parece vislumbrarse una nueva etapa en las relaciones bilaterales, albergando esperanzas de solucionar situaciones haitianas y conflictos bilaterales.
Puede leer: Preguntas.
Requerirá armonía y cooperación. Abandonar los conflictos y confrontaciones. Dejar atrás las recriminaciones y reproches mutuos.
Adoptando actitudes y acciones propositivas, sustituyendo los negativismos estériles. Descartando la furia de autoridades y ciudadanos. Comenzando en las autoridades para que se refleje en las conductas y comportamientos de los pueblos.
Actuando con la madurez propia de pueblos con siglos de independencia. Pueblos de África con independencias más recientes conviven mejor con naciones fronterizas.
Comprendiendo los riesgos de manejar imprudentemente las relaciones entre pueblos condenados por la geografía a convivir.
Propiciando soluciones revestidas de humildad y magnanimidad propias de la grandeza y la madurez.
Comprendiendo que nuestro problema común, la migración, solo puede resolverse con amistad y respeto mutuo.
Disminuir la presión migratoria será posible cuando Haití tenga una economía que genere suficientes puestos de trabajo para que su población no tenga que cruzar la frontera para obtenerlos.
Requiere que el Estado haitiano retome el control de su territorio y logre institucionalizarse.
De ahí la importancia del interés del presidente Abinader.
Normalizado Haití, podrán establecerse programas económicos, incluso de interés común (agrícolas, mineros, energéticos e infraestructura. Turísticos), recibiendo tanto, podemos ceder.
Proyectos comunes al amparo de disposiciones de la comunidad internacional que brindan facilidades arancelarias, ahora que tribunales norteamericanos cuestionan la decisión de Trump de imponer aranceles por encima de los acuerdos vigentes.
Transparentando y facilitando el comercio para eliminar los contrabandos y evasiones que merman las finanzas públicas dominicanas y haitianas. Institucionalizando el mercado de mano de obra. Que Haití documente a los potenciales migrantes para que las autoridades dominicanas puedan emitir permisos de trabajo no asociados a la nacionalidad.
Organizando y estimulando el retorno voluntario de quienes no tienen documentos haitianos ni permisos de trabajo dominicanos, respetando sus derechos.
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